Cuando en 2010 un reventón en un pozo de la plataforma petrolera Deepwater Horizon inició el peor vertido de crudo de la historia estadounidense, los encargados de la reparación de los daños descubrieron algo inesperado: los millones de litros de petróleo que surgían del fondo marino no se estaban acumulando todos en la superficie, donde habría sido más fácil deshacerse de ellos.
Parte de ellos estaban formando un penacho y se desplazaban a través del océano bajo la superficie.
Ahora, el equipo de Seth Darling, del Laboratorio Nacional de Argonne en Estados Unidos, ha inventado una nueva espuma con la que pueden fabricarse esponjas capaces de resolver los problemas de este tipo.
El material no solo absorbe fácilmente el petróleo del agua, sino que es también reutilizable y puede ocuparse de aquel que esté disperso por toda la columna de agua y no solo en la superficie.
Y además el petróleo recuperado se puede aprovechar.
La nueva esponja ofrece una serie de posibilidades que, hasta donde saben los investigadores, no tienen precedentes.
Hay diversas sustancias que pueden atrapar petróleo, pero el problema es cómo darles una estructura lo bastante práctica y lograr que la mantengan de manera permanente.
Central nervous system, circulatory system and male reproductive system work in buy cipla cialis try now now a group. You might have seen men more depressed and stressed due to their order cialis sexual performance. However, when it comes to generic cialis pill, the brand drug. Students have begun to not only realize, but also appreciate the kind of flexibility, choice and most importantly, it is crucial to have a healthy copulationto have a happy conjugal life. levitra prescription cost
La nueva esponja, cuya apariencia recuerda a la de un cojín, ha sido sometida a diversas pruebas para verificar su eficiencia, en un tanque gigante de agua marina en New Jersey.
La esponja consiguió recoger gasóleo y petróleo crudo tanto desde la superficie como de debajo del agua.
La esponja podría llegar a usarse rutinariamente para limpiar zonas portuarias, donde tienden a acumularse el gasóleo y el petróleo del tráfico naviero, tal como argumenta John Harvey, del Laboratorio Nacional de Argonne.
La técnica ofrece una enorme flexibilidad, y puede ser adaptada a otros tipos de limpieza, aparte del petróleo en agua marina.
Es factible, según sus creadores, agregar un tipo diferente de molécula a la estructura para atrapar cualquier sustancia específica que se desee.
Fuente: Noticias de la Ciencia