Esta es una representación gráfica simplificada de una proteína que no existe de manera natural.
La proteína es, por tanto, artificial.
No ha sido diseñada por humanos, sino por una inteligencia artificial.
Esta sorprendente creación se ha hecho en el marco de una investigación más amplia, llevada a cabo por el equipo de Susana Vázquez Torres, de la Universidad de Washington (UW) en la ciudad estadounidense de Seattle.
El estudio se centró en la creación de proteínas capaces de unirse, con una afinidad excepcionalmente alta y muy específica, a diversos biomarcadores y también hormonas humanas, con los que tradicionalmente ha sido muy difícil lograr tal cosa.
Esta línea de investigación y desarrollo tiene por meta a largo plazo acelerar el progreso en la biotecnología, en el desarrollo de fármacos, y en otros campos, valiéndose de la inteligencia artificial.
La proteína creada por esta inteligencia artificial cumple con los requisitos que se le pidió a esta; esencialmente logra la interacción más grande de la que se tenga noticia entre una biomolécula diseñada por computador y su molécula objetivo.
Fuente: Nature