Acciones como leer un libro, identificar un billete, diferenciar una cerveza de un frasco de ketchup o reconocer a una amiga pueden parecer cotidianas, pero para las personas ciegas pueden ser bastante más complicado.
El Braille es un idioma muy potente, pero en muchas situaciones se queda corto y además exige adaptar el entorno para un grupo de personas específico.
Pero la tecnología está para mejorar la vida de las personas y aquí la visión artificial tiene mucho que decir.
OrCam es una startup israelí que lleva más de ocho años trabajando en crear productos capaces de describir lo que ven.
Las OrCam My Eye 2.0 son su dispositivo más reciente, unas gafas inteligentes que no necesitan ni conexión a internet ni conectarse a un smartphone.
Vamos a ver cómo funcionan y por qué pueden suponer un importante avance para miles de personas.
La clave de las OrCam My Eye 2.0 no son los cristales de las gafas, sino su pequeña cámara situada en una de las monturas.
El dispositivo lo que hace es apuntar hacia lo que tiene delante, procesarlo y después susurrarlo al oído de la persona que tiene puestas las gafas.
Se trata de un producto inalámbrico, de 22.5 gramos y capaz de identificar múltiples cosas.
En primer lugar tiene la capacidad de “leer” frases escritas.
Se trata de un mecanismo de reconocimiento de texto como el que encontramos en muchas aplicaciones, pero trasladado a las gafas y donde permite a la persona invidente leer libros, como si fuera un audiolibro.
Adicionalmente, si se está en la calle, las My Eye 2.0 también reconocen gestos y permiten leer por ejemplo señales apuntando con el dedo.
Otra capacidad de las gafas es la de identificar rostros mediante algoritmos de reconocimiento facial.
Con su cámara de 13 megapixeles, el dispositivo puede almacenar hasta 150 rostros distintos para que por ejemplo cuando se acerquen, recibamos el nombre de la persona que estamos enfocando.
Tan práctico como recibir un “papá” cuando este se acerque.
Simplemente otro uso práctico de la tecnología de reconocimiento de rostros.
Para esta opción, el reconocimiento facial requiere un registro previo.
Si no se realiza, las gafas pueden describir las características generales del sujeto, como su género y edad aproximada.
La versión 2.0 reconoce automáticamente hasta 20 idiomas, entre ellos el español, por lo que las instrucciones se podrán recibir en el idioma que uno prefiera sin tener que configurarlo.
Otra función de las My Eye es la posibilidad de reconocer códigos de barras, códigos QR e identificar el valor de los billetes.
Es algo parecido a lo que ya podemos hacer con Google Lens, pero en vez de tener que apuntar con la cámara del móvil, que no siempre es muy práctico, directamente con las gafas y recibiendo por voz datos básicos como el nombre del producto, la marca, el peso o el valor del billete.
La batería de las gafas es de 320mAh y dura aproximadamente unas dos horas, con un tiempo de carga de unos 20 minutos.
Se trata de un dispositivo muy práctico aunque tiene un claro problema: su precio.
Según informa El Mundo, las OrCam My Eyes 2.0 llegan al mercado a un costo de 4.500 euros.
Un costo muy elevado y que difícilmente logrará democratizar una tecnología tan necesaria como la de la visión artificial.
Fuente: Xataca