Fuji Speedway Hotel: el parque de atracciones de los amantes del motor

Fuji Speedway Hotel: el parque de atracciones de los amantes del motor

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El Fuji Speedway es un trazado que se encuentra a los pies del monte más famoso de Japón y donde se decidió el campeonato de Fórmula 1 de 1976 y que coronó a James Hunt en un diluvio histórico.

Desde el año 2000, este circuito es propiedad de Toyota. En los últimos años, el trazado ha sido un habitual de competiciones propias de la firma, del campeonato de turismos japonés, del mundial de resistencia e, incluso, ha llegado a albergar algunas pruebas de Fórmula 1.

Para ello fue profundamente reformado, como ya sucediera en los años 70 para albergar las primeras pruebas de este campeonato.

Ahora su hotel: el Fuji Speedway Hotel.

El hotel, propiedad de la cadena Hyatt, se ha propuesto rentabilizar la pista al máximo.

Para conseguir el mayor rendimiento económico posible, Akio Toyoda pensó en este flamante hotel de lujo como una gran opción para quienes quieren disfrutar de una experiencia muy exclusiva, siempre ligada a las carreras.

Toyota lo ha situado junto al Fuji Speedway. Tan cerca que algunas habitaciones ofrecen unas vistas panorámicas al circuito desde sus balcones.

Quienes busquen algo más tranquilo, la otra opción es reservar una de las villas privadas cuyo garaje está rodeado de cristales transparentes para observar desde la habitación el auto de los huéspedes.

A falta de acción en la pista, con la reserva de la habitación de hotel también se puede hacer lo propio con el circuito.

Un paseo de dos vueltas por el mítico trazado japonés con el auto del huésped o algunos de los deportivos (manuales y automáticos) que el circuito pone a disposición de los clientes.

Un extra que, evidentemente, se puede ampliar el tiempo deseado.

Fuera del circuito, es posible relajarse con algunos de los servicios típicos hoteles de lujo (como la piscina deportiva o del spa) o ponerse a prueba en las sesiones de 30 minutos de las que todo huésped dispone en el simulador de carreras.

Pero la joya de la corona es un museo con 40 piezas de autos de todas las épocas que se extiende a lo largo y ancho de las dos primeras plantas del hotel.

Y no solo carros. También se han recopilado elementos mecánicos y cartelería de las diferentes pruebas celebradas en el circuito. Una suerte de parque temático del motor a los pies del monte Fuji.

Fuente: Xataca

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