Ser muy atractivo también puede ser un impedimento en el mundo actual.
Una investigación de la Asociación Estadounidense de Psicología sugiere que las personas atractivas pueden ser discriminadas cuando se postulan para trabajos de bajo nivel.
En general, una buena apariencia es una bendición.
La mayoría de las personas pensamos que los que son atractivos lo tienen todo más fácil, especialmente en el mundo laboral; sin embargo, el estudio desarrollado por la London Business School (Reino Unido) expone que las personas más atractivas o bellas pueden estar en desventaja en ciertas situaciones de contratación.
Concretamente, al solicitar empleos percibidos como menos deseables (como ser empleado en un restaurante de comida rápida), los candidatos físicamente atractivos pueden ser discriminados negativamente, apuntan los investigadores.
La razón de esta discriminación -según la hipótesis de los científicos- es que las empresas buscan contratar personas que estén satisfechas con sus trabajos, pero el prejuicio de que las personas atractivas tienen mayores expectativas los lleva a creer que esos candidatos no estarán contentos con su trabajo (y no los contratarán).
“Nuestra investigación sugiere que las personas atractivas pueden ser discriminadas en la selección de trabajos relativamente menos deseables.
Esto contrasta con una gran cantidad de investigaciones que concluyeron que el atractivo, en general, ayuda a los candidatos en el proceso de selección”, explica Margaret Lee, líder del trabajo.
Para probar su hipótesis, los investigadores realizaron cuatro experimentos que incluyeron más de 750 participantes.
Con un par de fotografías que mostraban diferente atractivo visual, preguntaron individualmente a 148 voluntarios que identificaran cuál de las dos personas de las fotos no estaba satisfecha con su trabajo.
(Las fotos que utilizaron se clasificaron como atractivas y poco atractivas en investigaciones previas).
El segundo estudio fue un paso más allá. Preguntaron a 200 voluntarios cuál de las personas de la fotografía estaría insatisfecha con un trabajo titulado “Miembro del equipo en el Departamento de Operaciones Comerciales”.
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También contaron con la participación de los gerentes de recursos humanos para evaluar los trabajos para los que estaban buscando personal.
“Descubrimos que los participantes percibían que las personas atractivas tenían más derecho a obtener buenos resultados que las personas poco atractivas, y predice que las personas atractivas estarían menos satisfechas con un trabajo indeseable que con una persona poco atractiva”, aclara Lee.
En otras palabras, los mismos sesgos que nos hicieron ver a las personas bellas como más dignas de respeto, para un trabajo bien remunerado y un puesto de autoridad, también nos hacen pensar que no son tan adecuados para tareas menos estimulantes y menos gratificantes.
“En la decisión de selección para un trabajo no deseado, los que toman las decisiones tenían más probabilidades de elegir al individuo poco atractivo que a la persona atractiva”, dice Lee.
Las decisiones no se vieron afectadas por el nivel de atractivo propio, ni los voluntarios más guapos informaron tener más derecho a un trabajo más estimulante.
“La parte más interesante de nuestros hallazgos es que quienes toman las decisiones toman en consideración las supuestas aspiraciones de los demás en sus decisiones.
Dado que los participantes pensaron que las personas atractivas querrían mejores resultados y que estas estarían menos satisfechas, revirtieron su patrón de discriminación”, comenta Madan Pillutla, coautor del trabajo.
El estudio apoya, por tanto, la afirmación de que si quieres un trabajo relativamente poco deseable, no debes ser demasiado guapo.
Antes de descartar esta investigación como trivial, sirve como recordatorio para verificar nuestros prejuicios o encontrar formas de eliminarlos cuando nos sea posible, pues los más atractivos no siempre salen ganando en todos los trabajos.
Y ser discriminado debido a un atributo físico irrelevante (ser muy guapo) es efectivamente discriminación, se mire como se mire.
Fuente: Muy Interesante
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