El crujido que escucha al separar dos calcetines recién sacados de la secadora es el resultado del efecto triboeléctrico que genera electricidad estática.

En ocasiones, puede provocar un impacto desagradable, pero los investigadores del Instituto de Nanoenergía y Nanosistemas de Beijing están aprovechando el efecto para crear una turbina eólica generadora de energía que funciona con la más mínima brisa.

Las imponentes turbinas eólicas que ve en el campo son muy efectivas para capturar el viento y convertirlo en electricidad para energizar las ciudades.

Pero no solo son costosas de construir e instalar, sino que también requieren una cierta cantidad de velocidad del viento para funcionar, razón por la cual sus enormes palas están colocadas tan alto en el aire.

Las suaves brisas que siente cuando sale al exterior no son suficientes para alimentar un diseño de turbina eólica tradicional, por lo que los investigadores idearon un diseño nuevo y completamente diferente para capturar la energía de la brisa más suave.

Las palas giratorias de un molino de viento funcionan simplemente girando un generador para producir electricidad, pero este nanogenerador triboeléctrico, también conocido como B-TENG, intercambia tres palas por un par de películas delgadas de plástico que pueden aletear con el viento.

A medida que las tiras hacen contacto repetidamente y luego se separan entre sí, se generan pequeñas cargas a través del efecto triboeléctrico.

Una brisa tan lenta como 15,8 kph es todo lo que se necesita para producir una cantidad utilizable de energía, aunque los investigadores han descubierto que las velocidades del viento entre 14 y 28,8 kph funcionaron mejor, ya que provoca a las franjas delgadas aletear en sincronía, aumentando el contacto entre ellas.

Si está pensando que una caminata rápida alrededor de la cuadra con el B-TENG conectado a su brazo oscilante es suficiente para darle a su teléfono inteligente moribundo una pequeña recarga, piénselo nuevamente.

Las imponentes turbinas eólicas tienen una eficiencia de conversión de viento a energía superior al 45%, pero este nuevo dispositivo solo alcanza el 3,23%.

En pruebas de laboratorio con la velocidad del viento ideal mantenida a un flujo constante, los investigadores solo pudieron generar energía suficiente para iluminar ocasionalmente una cuadrícula de 100 LED en destellos rápidos, u operar un sensor de temperatura simple de baja potencia.

El dispositivo actualmente sirve como una prueba de concepto de que la tecnología puede funcionar, pero hay mucho trabajo por hacer antes de que sea algo que pueda usarse en condiciones del mundo real.

Las delgadas tiras de plástico son frágiles y queda por ver qué tan bien funcionarán cuando estén mojadas o sucias, o si una se arruga o dobla accidentalmente.

Se necesitan muchas mejoras antes de que el B-TENG se convierta en un dispositivo que funcione igual de bien fuera del laboratorio, pero demuestra que la recolección de energía incluso de la más mínima brisa podría algún día ser una práctica fuente alternativa de energía.

Fuente: Gizmodo

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