Un nuevo estudio muestra que la cromatina y los factores que la regulan evitan la formación de híbridos de ADN-ARN, una fuente de inestabilidad genómica asociada al cáncer.
Estos híbridos bloquean la replicación, dando lugar a un incremento de roturas cromosómicas y colisiones entre la transcripción y la replicación.
El estudio lo ha realizado un equipo encabezado por Aleix Bayona-Feliu, del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER), adscrito a la Universidad de Sevilla, a la Universidad Pablo de Olavide y al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España.
La nueva investigación ha demostrado concretamente que la cromatina constituye una primera barrera para la protección de la integridad del genoma.
Ello se ha observado en un análisis de silenciamiento de diferentes factores remodeladores de la cromatina en cultivos de células tumorales.
Mediante un estudio comparado de sus datos con las bases de datos de genomas de células tumorales, los autores del estudio han descubierto que los sitios del genoma enriquecidos en híbridos de ADN-ARN coinciden con los lugares con la más alta frecuencia de mutaciones encontrados en células de tumores.
El trabajo revela así por primera vez una asociación directa entre los híbridos de ADN-ARN y mutaciones asociadas al cáncer, sugiriendo que son un elemento de riesgo.
El laboratorio de Aguilera es pionero en el estudio del papel de los híbridos de ADN-ARN en el origen de la inestabilidad genética, y este nuevo trabajo no solo permite entender mejor el control celular de los híbridos y su regulación por factores epigenéticos, sino que sugiere la posibilidad de que los niveles de híbridos ADN-ARN en las células se puedan usar como un indicador potencial del riesgo de sufrir cáncer.
Fuente: Nature