Los hidrogeles, materiales absorbentes de agua similares a los tejidos blandos, se han utilizado en innumerables aplicaciones biomédicas, desde lentes de contacto hasta recubrimientos de píldoras.
Pero es difícil crear hidrogeles que puedan soportar tensiones repetidas; después de suficientes usos, muchos alcanzan un punto de “ruptura” en el que se estiran y no pueden volver a su forma original.
Ahora, investigadores de la Universidad de Harvard han manipulado la estructura subyacente de un material para hacer un hidrogel que sea elástico y resistente.
Los hidrogeles están hechos de hebras de polímero que se unen de dos maneras: enlaces químicos conocidos como enlaces cruzados y entrelazamientos, en los que una cadena de polímero se entrelaza con otra.
El aumento del número de enlaces cruzados crea un hidrogel más rígido y quebradizo.
Pero los investigadores encontraron que cuando aumentaron el número de entrelazamientos a lo largo de cada cadena, de solo uno o dos a más de 100, hicieron un material que era resistente, pero aún lo suficientemente elástico para usarlo como músculo artificial o para cubrir la superficie de una articulación artificial.
Los densos entrelazamientos permitieron que las cadenas se deslizaran y se tiraran unas de otras sin romperse.
Fuente: Science