El itinerario de IBM en el ámbito de los computadores cuánticos es extraordinariamente ambicioso.
A principios de diciembre de 2023 presentó ‘Condor’, su primer procesador cuántico de 1.121 cúbits; ‘Heron’, un chip cuántico dotado de 133 cúbits con frecuencia fija que es entre tres y cinco veces más potente que el procesador ‘Eagle’ de 127 cúbits, y ‘System Two’, un computador cuántico equipado con tres chips ‘Heron’.
En 2025 lanzará ‘Flamingo’, un procesador cuántico de 156 cúbits dotado de la capacidad de mitigar, aunque no de corregir, sus propios errores.
Esta capacidad de mitigación se sostiene sobre la mejora de la calidad de los cúbits superconductores, una optimización que a su vez es posible gracias a las innovaciones introducidas en las puertas lógicas y a la mejora del proceso de fabricación de los cúbits.
De hecho, IBM continuará refinando y escalando el procesador cuántico ‘Flamingo’ hasta 2028.
No obstante, la auténtica sorpresa nos espera en 2029.
Si IBM cumple su itinerario dentro de seis años tendrá listo ‘Starling’, su primer hardware cuántico dotado de la capacidad de corregir sus propios errores.
En este caso el roadmap indica claramente que hablamos de corrección, y no de mitigación. Son palabras mayores.
Este hardware debería permitir a los investigadores que trabajarán con él enfrentarse a problemas con los que ahora mismo los prototipos actuales no pueden lidiar.
Y, por último, en 2033 ‘Blue Jay’ dará el pistoletazo de salida al escalado masivo del hardware cuántico con capacidad de corrección de errores.
Todo lo que acabamos de repasar está previsto en el itinerario que publicó IBM a principios del pasado mes de diciembre, pero lo que no sabíamos en ese momento es que se guardaba un as en la manga.
Uno muy importante.
Y es que esta compañía estadounidense ha llegado a un acuerdo de colaboración con el Instituto Nacional de Japón de Tecnología y Ciencia Industrial Avanzadas, conocido como AIST por su denominación en inglés (Japan’s National Institute of Advanced Industrial Science and Technology), que persigue un objetivo muy ambicioso: desarrollar un computador cuántico de 10.000 cúbits en 2029.
El propósito de esta máquina será llevar a cabo cálculos cuánticos sin necesidad de contar con el respaldo de un supercomputador clásico.
Los prototipos de computadores cuánticos actuales son propensos a cometer errores porque no tienen suficientes cúbits para implementar un sistema robusto de corrección, de ahí que necesiten la “supervisión” de un supercomputador que valide los resultados que entregan.
Presumiblemente el computador cuántico de 10.000 cúbits desarrollado por IBM y AIST podrá enfrentarse a los problemas de una forma completamente autónoma.
Además, la alianza de estas dos organizaciones tiene otro objetivo muy importante:
Aspira a desarrollar semiconductores y circuitos capaces de trabajar correctamente a una temperatura muy cercana al cero absoluto.
Los computadores cuánticos dotados de cúbits superconductores, como los que fabrica IBM, se comportan de una forma más estable, funcionan de una manera más eficiente y cometen menos errores si su temperatura de trabajo está lo más cerca posible del cero absoluto (-273,15 ºC).
Por esta razón, IBM y AIST planean fabricar circuitos integrados capaces de operar a una temperatura extremadamente baja.
Fuente: Nikkei