Descifrar textos escritos en lenguas muertas y sobre soportes que han sufrido el desgaste de miles de años, es difícil, especialmente si además usan cientos de símbolos o caracteres distintos como por ejemplo hace la escritura cuneiforme, una de las más antiguas de la humanidad.
Bastantes tablillas cuneiformes han sido traducidas, pero muchas más están pendientes de ello.
El trabajo es arduo y lento, al menos para los eruditos humanos…
Ahora, un sistema de inteligencia artificial ha demostrado ser capaz de entender la escritura cuneiforme, aunque el soporte sufra un fuerte desgaste, y traducirla automáticamente.
El nuevo sistema de inteligencia artificial, capaz de descifrar textos difíciles de leer en tablillas cuneiformes, ha sido desarrollado por un equipo de la Universidad Martín Lutero de Halle-Wittenberg (MLU), la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Anhalt-Köthen, las tres en Alemania.
En vez de trabajar con fotos digitales, este sistema de inteligencia artificial utiliza modelos 3D digitales de las tablillas, lo que proporciona resultados mucho más fiables que los métodos anteriores.
Esto permite buscar con suficiente fiabilidad en el contenido de varias tablillas para compararlas entre sí.
Además, abre el camino a direcciones de investigación totalmente nuevas.
En la demostración del sistema, el equipo encabezado por Ernst Stötzner utilizó modelos 3D de casi 2.000 tablillas cuneiformes, entre ellas unas 50 de una colección de la MLU.
Según algunas estimaciones, todavía existen en todo el mundo alrededor de un millón de tablillas de este tipo.
Sus creadores lograron sin duda un producto duradero.
Muchas de las tablillas cuneiformes tienen más de 5.000 años, por lo que se cuentan entre los registros escritos más antiguos de la humanidad.
Abarcan un amplísimo abanico de temas; en ellas se puede encontrar de todo: desde listas de la compra hasta sentencias judiciales.
Las tablillas permiten echar un vistazo al pasado de la humanidad de hace varios milenios.
Sin embargo, muchas están muy erosionadas y son difíciles de descifrar incluso para ojos entrenados, tal como explica Hubert Mara, de la MLU.
Para complicar las cosas, el sistema de escritura de entonces era muy complejo y abarcaba varias lenguas.
Por lo tanto, no solo se necesitan condiciones óptimas de iluminación para reconocer correctamente los símbolos, sino también muchos conocimientos previos.
“Hasta ahora, ha sido difícil acceder al contenido de muchas tablillas cuneiformes a la vez: hay que saber exactamente qué se busca y dónde”, añade Mara.
Fuente: Eurographics Digital Library
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