La automatización es una realidad en los centros logísticos de Amazon. Si bien las máquinas no controlan la totalidad de los procesos, y aparentemente no lo harán en el corto plazo, poco a poco van ganando terreno.
El gigante del comercio electrónico ha empezado a utilizar inteligencia artificial (IA) para detectar productos dañados.
Durante mucho tiempo, este tipo de tarea ha sido responsabilidad de los humanos. Los trabajadores de Amazon, revisaban los productos en busca imperfecciones o daños antes de ser empaquetados y enviados a los clientes.
Todo esto, de la manera más eficiente posible con el objetivo de manejar una gran cantidad de pedidos en poco tiempo.
La compañía ha encontrado una nueva forma de detectar productos dañados, una alternativa que tiene como protagonista a la inteligencia artificial.
En lugar de humanos, una serie de algoritmos se encargan de analizar los artículos y, según reconoce la propia Amazon, pueden resultar hasta tres veces más efectivos que los humanos.
El nuevo sistema no es una idea en fase experimental, es un proyecto completamente real que ha superado su primera etapa e incluso ha comenzado su despliegue por distintos centros logísticos de la compañía.
En la actualidad está en pleno funcionamiento en dos instalaciones, pero se espera que pronto también llegue a otras diez de América del Norte y Europa.
Con esta nueva dinámica, los productos se mueven por las cintas transportadoras del centro de distribución en cuestión y pasan a través de una “estación de imágenes” con cámaras que originalmente estaba diseñada para verificar si se habían seleccionado los ítems correctos.
Ahora, esta estación está alimentada por IA y se encarga de evaluar la integridad de los artículos.
Si el sistema detecta que el artículo no cumple con los requisitos mínimos para su envío al cliente, este cambia de rumbo y se envía a un empleado de Amazon, que lo revisará por segunda vez.
Si efectivamente está dañado procederá a reemplazarlo. En caso contrario, se lo devolverá a la cinta de transporte para su posterior empaque y envío al cliente.
El corazón de este sistema funciona gracias a las habilidades de la compañía en el mundo de la IA (que tiene recursos computacionales para desarrollar sus propios proyectos).
Ha sido la propia Amazon la que ha entrenado el algoritmo con imágenes de artículos dañados en comparación con artículos no dañados.
Así, el sistema ha aprendido a diferenciar entre unos y otros para hacer su trabajo.
Cabe señalar, eso sí, que este escenario se presenta en medio de los crecientes temores del posible impacto negativo de la IA en el sector laboral.
Algunas empresas como Domestika han empezado a recortar personal por esta tecnología y otras como IBM han paralizado sus contrataciones y se preparan para los despidos.
En el caso particular de Amazon, aunque no públicamente relacionado a la IA, ha iniciado un plan de reestructuración que incluye el cese de más de 25.000 empleados.
Sobre la automatización de la revisión de productos, la compañía afirma que se trata de una tarea “cognitivamente exigente” y que la tecnología reducirá la cantidad de productos dañados enviados, aunque no brinda detalles de qué impacto tendrá en su fuerza laboral.
Fuente: The Wall Street Journal