Investigadores de la Escuela Politécnica de Zurich desarrollaron un recubrimiento que evitará que se empañen los cristales de sus anteojos o el parabrisas del carro.
Científicos han inventado la solución para uno de los problemas más frecuentes que enfrentan quienes utilizan anteojos.
Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH) desarrollaron un revestimiento que impediría que se empañen las gafas, incluso cuando utiliza mascarilla.
La capa, basada en nanopartículas de oro, también podría utilizarse en el parabrisas del auto o los lentes de una cámara.
El nanorrevestimiento absorbe la radiación solar y calienta la superficie, evitando que se forme la condensación que empaña las gafas.
Esto es posible gracias a una delgada capa conformada por diminutas partículas de oro distribuidas de manera uniforme.
La capa tiene un recubrimiento de óxido de titanio por ambos lados, un material eléctricamente aislante que funciona como protección para evitar el desgaste.
Ambas potencian la eficacia del calentamiento de la superficie, la cual puede aumentar hasta ocho grados Celsius.
El emparedado da como resultado un recubrimiento transparente y flexible, con un espesor de apenas 10 nanómetros.
Los investigadores mencionan que debido a sus propiedades es más eficiente, ya que absorbe la luz infrarroja de forma más selectiva.
La propuesta del equipo de científicos de la ETH se aleja de los métodos convencionales que utilizan moléculas que atraen el agua para distribuir la condensación.
El recubrimiento basado en oro calienta de forma pasiva la superficie de sus anteojos gracias a la luz del sol.
Curiosamente, esta virtud también se convierte en su principal inconveniente, ya que solo funciona durante el día.
La nueva capa antiempañante es el fruto de varios años de trabajo en recubrimientos que se calientan pasivamente.
Los científicos del ETH anunciaron un revestimiento basado en oro hace tres años, que contaba con las mismas propiedades.
La diferencia con esa versión es que el trabajo actual es notablemente más delgado, doce veces más esbelto que una hoja de oro convencional, y es flexible, por lo que se puede aplicar en superficies curvadas como los anteojos.
“Normalmente, son las superficies oscuras las que absorben la luz y la convierten en calor, pero hemos creado una superficie transparente que tiene el mismo efecto.” dijo Efstratios Mitridis, investigador de la ETH
Debido a que la luz solar es su fuente de energía, los investigadores trabajan en alternativas para que funcione sin problemas por la noche.
Una de ellas es insertar una pequeña batería en el armazón de sus gafas. Con ella se aprovecharía la propiedad conductiva del oro al emitir pequeñas descargas que servirían para calentar la superficie.
De igual modo, los responsables del estudio exploran otros materiales con propiedades similares.
Si bien la cantidad de oro utilizada en la capa es mínima y no representa una gasto considerable, la demanda por este metal precioso en muchas industrias obliga a buscar alternativas.
La idea es que el costo de implementación sea tan bajo que pueda fabricarse en masa.
Dimos Poulikakos y Thomas Schutzius, profesores del ETH a cargo del grupo de investigadores, señalaron que el nanorrevestimiento utiliza métodos de fabricación convencionales.
Su objetivo ahora es refinar más el producto para garantizar su durabilidad, al mismo tiempo que trabajan con un socio que pueda producirlo a nivel industrial.
De lograrlo, habrán solucionado uno de los problemas que enfrentan aquellos que usan anteojos, uno que ni los remedios de jabón o sprays antivaho han sido capaces de resolver.
Fuente: Nature