Investigadores del MIT han desarrollado un nuevo método para la captura de carbono centrándose en eliminar el dióxido de carbono de los océanos del mundo.
El proceso involucra dos celdas electroquímicas con electrodos de plata y bismuto.
La primera celda libera protones en el agua de mar, convirtiéndolos en dióxido de carbono, que luego se recoge mediante vacío.
La segunda celda restaura el agua de mar a un estado más básico antes de liberarla nuevamente al océano, libre de dióxido de carbono.
Este método tiene un consumo de energía relativamente bajo y una alta eficiencia de electrones, lo que lo hace potencialmente más rentable que las tecnologías de captura de carbono basadas en el aire.
Los investigadores destacan la importancia de eliminar el dióxido de carbono de los océanos, ya que absorben 50 veces más carbono que la atmósfera y 20 veces más que todas las plantas y el suelo del mundo juntos.
La acidificación de los océanos causada por la alta concentración de dióxido de carbono es una preocupación creciente, que afecta la vida marina y altera los ecosistemas.
Actualmente, el océano absorbe el 26% del dióxido de carbono producido por la actividad humana, lo que provoca una acidificación generalizada de los océanos.
Los investigadores enfatizan que la concentración de dióxido de carbono en el agua de mar es 100 veces mayor que en el aire, lo que subraya la importancia de la captura de carbono en el agua.
El dióxido de carbono capturado podría almacenarse bajo el fondo marino o utilizarse en tierra para producir combustibles, productos químicos u otros productos.
La nueva tecnología, que se espera que esté lista para su demostración en 2025, podría proporcionar un medio eficiente y eficaz para eliminar el dióxido de carbono de los océanos y contribuir a reducir el impacto ambiental de este gas de efecto invernadero.
Los investigadores sostienen que se ha subestimado la captura de carbono procedente de los océanos en comparación con los enfoques basados en el aire, y su método innovador parece tener el potencial de ser una herramienta importante para abordar las preocupaciones sobre el cambio climático.
Fuente: RSC