El calor, la presión atmosférica y el movimiento del aire eran los tres elementos clave a la hora de comprender la evaporación del agua.
La evaporación es un proceso físico que ocurre de diversas formas en el mundo que nos rodea.
Desde cuando tendemos la ropa al aire libre hasta cuando calentamos agua en una cacerola.
En todos los casos, las moléculas del líquido adquieren la suficiente energía cinética como para pasar a estado gaseoso y escapar al aire.
Cuando pensamos en los elementos clave que forman parte de este fenómeno solemos tener presente la presión atmosférica, el movimiento del aire y, por su puesto, el calor.
Sin embargo, puede que durante todo este tiempo hayamos estado omitiendo un importante elemento que ha estado frente a nuestros ojos: la luz.
La investigación liderada por el profesor Yaodong Tu del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) partió de una serie de discrepancias detectadas por la comunidad científica en algunos de sus experimentos.
Algunos investigadores notaron que el agua se evaporaba demasiado rápido desde un material esponjoso llamado hidrogel.
Aquel escenario llamó la atención porque la tasa de evaporación superaba notablemente los límites teóricos en relación a las condiciones del entorno.
Lo cierto es que hasta ese momento no estaba claro qué estaba sucediendo realmente.
El reto fue asumido por el equipo de Yaodong Tu y su hallazgo es sorprendente.
Para conseguirlo, el equipo del MIT expuso una muestra de hidrogel a diferentes longitudes de onda y midió la cantidad de masa perdida producto de la evaporación.
Durante todo el proceso, los investigadores controlaron el ambiente de modo tal que no se introdujera calor adicional que pudiera arruinar el experimento.
En esta primera etapa, los investigadores comprobaron que la evaporación se producía en valores más allá de los límites teóricos.
De hecho, el pico de evaporación se presentaba con onda de luz verde.
Posteriormente repitieron el experimento sin luz y la evaporación se produjo dentro de los límites térmicos teóricos.
Como decimos, se trata de un hallazgo importante ya que la absorción de la luz por parte del agua no es significativa.
El equipo de investigadores del MIT, después de varios experimentos y simulaciones, ha llegado a la conclusión de que la luz puede evaporar el agua sin necesidad de calor.
Y, por si esto fuera poco, lo puede hacer de una manera mucho más eficiente.
Se cree, además, que este fenómeno podría producirse incluso en otros materiales diferentes al hidrogel.
En cualquier caso, estiman que esta información puede ser de gran utilidad para estudiar la formación y evolución de las nubes e incluso ser incorporada en futuros modelos climáticos y procesos industriales.
Fuente: PNAS