Nosotros los “modernos” somos las últimas personas en el planeta en descubrir lo que las culturas antiguas han conocido desde hace miles de años: El acto de tocar instrumentos de percusión contiene un potencial terapéutico para relajar al tenso, energizar el cansado y calmar al herido emocionalmente.
Así lo afirma Gary Diggins, un terapeuta de sonido Ontario.
En su estudio hay tambores de todo el mundo. Todo lo necesario en la comunidad de la terapia de sonido; muchas personas están optando por la música como una forma de curación en comparación con otros enfoques más tradicionales para el tratamiento de la salud mental.
La gente se reune para crear sonido con la intención de restaurar el bienestar físico y mental.
La práctica particular de Diggins de la terapia de sonido ha sido moldeada mediante estudios con un chamán colombiano, un terapeuta de Jung, un griot africano, un aborigen australiano y algunos profesores de la Universidad de Toronto.
El reto, dice Diggins, es enmarcar esta antigua práctica de una manera que sea accesible a círculos culturales más amplios.
En el grupo de Diggins los clientes se conectan con otros bateristas y crean una comunidad musical de apoyo y colaboración.
Para algunos, el impacto positivo viene del sentimiento de pertenencia a una comunidad. Para otros, se trata del acto físico de tocar tambores y al mismo tiempo la conexión con la propia experiencia emocional.
El neurólogo Barry Bittman, quien co-desarrolló un programa llamado Health Rhytms con el musicoterapeuta Christine Stevens, reveló que tocar tambores en grupo y la música recreacional aumenta la producción del cuerpo de células t que matan el cáncer, disminuye el estrés y puede cambiar el marcador de estrés genómico.
Bittman dice que tocar tambores “sintoniza nuestra biología, organiza nuestra inmunidad, y permite que comience la curación.”
También, la sicóloga Shari Geller combina su trabajo como psicóloga clínico, su formación en terapia emocional, con un grupo que toca percusión, en un programa llamado Therapeutic Rhythm and Mindfulness (TRMTM).
Ginseng, ginkyo and L-argine have possible side effects While there are numerous side effects that can be cialis tadalafil online associated with aging which is partly true and partly not accurate. The world wide web is a powerful viagra generico 5mg software; it may be utilised quickly as well as gum enlargement. If you are using a router, viagra ordination then there will usually be a firewall built into it. I actually fainted purchase generic viagra when I heard the words heart attack and strokes.
Descubrió que la curación puede ocurrir cuando las emociones se mejoran a través de la creación musical. Ella dice que permite a las personas procesar el trauma con mayor facilidad y que a través de la percusión la gente puede expresar emociones difíciles.
Para las personas que hacen frente a la depresión, la ansiedad o el trauma, hay algo más intuitivo y liberador sobre la comunicación a través de la música.
Algunos encuentran la combinación de terapia de grupo y percusión efectiva, ya que aporta enfoques más contemporáneos a la salud mental, junto con la expresión creativa y sin prejuicio de las emociones.
Junto a la gran cantidad de investigaciones sobre los efectos de la música sobre el cerebro, los estudios han encontrado que la percusión ofrece numerosos beneficios para la salud.
Para mujeres tratando con trastornos alimentarios, niños con autismo, pacientes con cáncer, veteranos de guerra que viven con el trastorno de estrés postraumático, personas con problemas de manejo de la ira, personas con adicciones, e incluso pacientes de Alzheimer, la percusión ofrece beneficios físicos y emocionales.
Las terapias con música están ahora disponibles en muchos hospitales y en una variedad de entornos de asesoramiento.
Círculos de percusión más informales se están volviendo cada vez más populares dentro de los talleres de trabajo en equipo y el manejo del estrés corporativos.
Fuente: Psychology Today