Su nombre es ‘Blue Abyss’ y es un gigantesco pozo de agua que será utilizado para buceo extremo, investigación y ayuda en la exploración espacial.
Diseñada por el arquitecto inglés Robin Partington en 2016, la piscina más profunda del mundo quedará inaugurada a mediados de este 2021, tras una serie de retrasos provocados por la pandemia y un cambio de ubicación.
Sus números son impresionantes.
Estamos ante una piscina de 40 metros de ancho, que para hacernos una idea aproximada es del tamaño de un hangar para aviones.
Pero no es esto lo más extremo, sino su profundidad.
Con 50 metros en su punto más bajo, el Blue Abyss supera cualquier otra piscina, incluida DeepSpot, que con sus 45 metros tiene hasta el momento el récord.
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Para hacernos una idea, la anterior piscina, la de Polonia, disponía de unos 8.000 metros cúbicos de agua.
Aquí tendremos cinco veces más, lo que equivale a unas 100 veces lo que vemos en una piscina olímpica de 25 metros.
La piscina dispondrá de varios puntos de entrada, con diferentes niveles de profundidad.
Una de estas partes es ‘Astrolab’, con una profundidad de 12 metros.
En el centro es donde se ubicará una columna de agua vertical, marcando los 50 metros.
‘Blue Abyss‘ se encuentra en su fase final de planificación y ha iniciado la construcción en el ‘Aerohub Enterprise Zone’ del aeropuerto de Cornwall Newquay, un espacio dedicado para proyectos aeroespaciales.
El lugar permitirá entrenar a buceadores profesionales, pero también se utilizará con fines científicos.
El espacio contará con la piscina de varias zonas, con un centro de formación de astronautas, cámaras hipobáricas e hiperbáricas, un centro de formación, suministro de gas comprimido para buceo, áreas de descanso y un hotel para 120 personas con su “suite de microgravedad” incluida.
Como vemos, desde Blue Abyss planean una zona más profesional y complementarla con otros espacios comerciales.
Al ser una piscina cubierta, la instalación no dependerá de las condiciones climáticas.
El recinto también dispone de un techo corredizo para facilitar la inserción de objetos grandes.
Para ello, se utilizará una grúa de unas 30 toneladas.
Blue Abyss permitirá un entorno de pruebas para operaciones submarinas, estudios de tuberías y cables, instalaciones de embarcaciones o producción de películas.
Y entre sus planes también está la simulación de vuelos espaciales.
La compañía buscará crear un ambiente que pueda replicar las condiciones de misiones a Marte y recrear la flotabilidad de este tipo de viajes.
La idea es ser un centro de entrenamiento para aquellas personas que quieran recibir un programa de entrenamiento equivalente al de los astronautas, para poder estar preparados en el futuro para posibles viajes espaciales.
La piscina de Reino Unido es la última construcción de un estilo de piscinas que se ha popularizado los últimos años.
En España, en el centro X-Madrid existe Marepolis, un centro de buceo con una piscina de 2.000 metros cuadrados y una profundidad de 20 metros.
En Bruselas se encuentra Nemo 33, una piscina con una profundidad de 34,5 metros.
Una cantidad que se queda corta respecto a los 40 metros de Y-40 y los 45 metros de Deepspot, una piscina inaugurada a finales de 2020 en Polonia y cuya construcción duró dos años y un costo estimado de 10,6 millones de dólares.
Fuente: Xataca