El proyecto “Screenoma” humano (de Human Screenome Project) pretende recoger los datos exactos de lo que hacen los voluntarios con sus dispositivos. Para ello obtiene imágenes cada 5 segundos de lo que están haciendo.
La intención no es otra que “diseccionar” la forma que tenemos de usar nuestros celulares y tablets; abrir en canal la interacción con el contenido digital y obtener resultados que nos ayuden a comprender una de las grandes cuestiones contemporáneas: ¿cómo nos afecta tener el mundo digital a mano cada día de nuestra vida?
En 2019 se publicó un interesante metaanálisis que trataba de encontrar la relación que existe entre el bienestar psicológico y el uso de las redes sociales.
12 años de recogidas de datos y 226 estudios distintos no consiguieron más que acercar un poco la respuesta, del todo insatisfactoria. Pero esto no sorprende a nadie.
Actualmente, las redes sociales, los contenidos digitales y los dispositivos móviles están tan extendidos y son tan complejos que el problema es abominable.
Las redes sociales se han convertido en un medio de interacción tan común como una charla en la calle; el contenido digital no es estático, sino que depende de cada persona, que es a su vez consumidora y modificadora; llevamos con nosotros, a cada momento, uno o más dispositivos móviles.
Con este panorama es fácil entender lo complicado que resulta investigar cómo nos afecta algo de tamaña proporción, intrincado en un sinfín de aspectos de nuestra vida, desde los más prácticos a los más sociales.
Más difícil lo ponemos si lo que queremos es saber cómo nos afecta psicológicamente, un área de por sí complicada.
Sin duda alguna, como determinaban los autores del metaanálisis, hacen falta mejores herramientas.
El Proyecto Screenoma Humano procede de la Universidad de Standford y ya tienen a su espalda varias publicaciones al respecto de cómo utilizamos los dispositivos.
Pero ¿qué es un Screenoma?
Tomando prestado el término genoma, que es el conjunto de genes que determinan a un ser vivo, el Screenoma, explican los autores, pretende reunir los datos que conforman el comportamiento digital.
Para ello han desarrollado una herramienta, un software, que registra con precisión las interacciones que tenemos con nuestro dispositivo.
La idea que subyace, y que da nombre al proyecto, es que nuestra interacción digital está representada por lo que vemos en nuestras pantallas, que, al fin y al cabo, es el punto común de interacción.
La intención del equipo no es recoger datos al azar, sino diseñar una herramienta más precisa capaz de determinar los patrones que existen en nuestra manera de usar los dispositivos.
Para ello, han desarrollado un software especial denominado Screenomics que toma imágenes cada cinco segundos de la pantalla cada vez que la activamos.
Estos datos, explican, se encriptan y se envían de manera segura, en segundo plano. Una vez recibido el material, se procesa para encontrar patrones.
Este enfoque difiere de otros intentos de rastrear la forma que tenemos de usar nuestros dispositivos.
Es más preciso, sigue el uso en todas las plataformas y muestrea con más frecuencia.
El equipo afirma estar trabajando en un software que hace capturas cada segundo, siendo aún más preciso.
A pesar de lo prometedor del panorama que pinta el equipo, este proyecto puede despertar algunas reservas.
La primera de ellas, por supuesto, es ¿quién querría tener a alguien espiando lo que hace cada segundo?
Bueno, el equipo ha puesto Screenomics al servicio de los voluntarios.
La intención de los investigadores es entender cómo usamos el mundo digital y no tienen la intención de usarlo para desvelar nuestra intimidad o usar la información con fines comerciales.
Aun así, la incertidumbre siempre queda.
Por otro lado, hay un aspecto básico que también genera inquietud: la novedad.
Llevamos años tratando de darle un sentido a nuestra interacción con el mundo digital con escasos resultados.
¿Por qué este proyecto resulta mejor que otros? ¿Qué se puede obtener de recabar información de una forma tan concienzuda?
Las preguntas son tan nuevas, y el campo tan poco explorado, que es muy difícil saber si esta herramienta será tan útil como esperan sus creadores.
No obstante, hay que admitir que la extremada precisión podría ser una razón positiva para el éxito del Screenoma, pero habría que ver cómo se emplea.
En cualquier caso, sí que es bueno ver que cada vez hay más iniciativas que tratan de evaluar cómo nos afectan los dispositivos en nuestra vida diaria, desde distintos acercamientos y con nuevas aproximaciones.
Al fin y al cabo, vivimos con ellos pegados todo el día.
Fuente: Xataca
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