Las ratas topo lampiñas son roedores del tamaño de un ratón que tienen una longevidad excepcional para roedores de su tamaño.
Pueden vivir hasta 41 años, casi diez veces más que roedores de otras especies con tamaño similar.
A diferencia de muchas otras especies, las ratas topo lampiñas no suelen contraer enfermedades (incluidas neurodegeneración, dolencias cardiovasculares, afecciones degenerativas de los huesos y cáncer) a medida que envejecen.
Esto ha despertado siempre mucho interés en la comunidad científica, y se viene investigando la genética de estos animales desde hace décadas, con la esperanza de averiguar cuáles son los mecanismos genéticos que las protegen tan bien contra enfermedades y que retrasan tanto su envejecimiento.
Ahora, en un logro sin precedentes, unos investigadores de la Universidad de Rochester en Estados Unidos han transferido con éxito un gen de longevidad de las ratas topo lampiñas a unos ratones, lo que ha dado como resultado una mejora de la salud de estos ratones y una prolongación significativa de su vida.
El éxito de esta transferencia abre las puertas a transferir genes de esta clase a seres humanos para alargar también sus vidas.
El avance logrado es obra del equipo de Zhihui Zhang, de la Universidad de Rochester en Estados Unidos.
El equipo modificó genéticamente ratones para que, en vez de tener un gen propio, tuviesen la versión que de este poseen de modo natural las ratas topo lampiñas.
Los investigadores descubrieron que los ratones que tenían la versión de las ratas topo lampiñas de ese gen tenían una mejor protección tanto contra tumores espontáneos como contra el cáncer de piel inducido químicamente.
Los ratones con el gen de las ratas topo lampiñas también mejoraron su salud general y vivieron más tiempo, en comparación con los ratones normales.
A medida que los ratones con el gen de la rata topo lampiña envejecían, tenían menos inflamación en sus cuerpos (la inflamación es un sello distintivo del envejecimiento) y mantenían un intestino más sano.
Fuente: Nature