Logran crear cables de fibra óptica hechos de madera

Dada la rapidez con que la tecnología avanza y se vuelve obsoleta, hay una buena razón para desarrollar productos electrónicos a partir de materiales que se descompondrán y se biodegradarán cuando se descarten, en lugar de llenar los vertederos durante siglos.

Investigadores en Finlandia encontraron una manera de hacer fibra óptica funcional a partir de fibras a base de madera, que, cuando se eliminan, se descomponen por sí solas.

Los cables de fibra óptica son posiblemente los héroes no reconocidos del mundo digital moderno.

A diferencia de los cables de metal que transportan señales eléctricas, los de fibra óptica contienen hilos largos y delgados de vidrio o plástico que transmiten pulsos de luz por kilómetros, conectando centros de datos, ciudades e incluso continentes.

En lugar de fluir electrones, los pulsos de luz viajan por los cables de fibra óptica utilizando un proceso llamado reflexión interna total donde los fotones rebotan en las paredes internas de las fibras transparentes y permanecen dentro durante su viaje de un extremo al otro.

Para que los datos se transmitan con errores mínimos, se requiere que esas fibras sean ópticamente perfectas, lo que parece exactamente lo contrario de cualquier cosa hecha de madera.

Pero la madera no es completamente opaca y, dependiendo de su grosor, humedad y otros materiales añadidos, los fotones aún pueden pasar a través de ella, como lo demuestra la gran cantidad de lámparas de madera disponibles.

Pero no es como si los investigadores del Centro de Investigación Técnica VTT de Finlandia simplemente arrancaran una rama de un árbol e intentaran enviar pulsos de luz a lo largo de su longitud.

Los cables de fibra óptica que desarrollaron sus investigadores en realidad están hechos de celulosa a base de madera: el material estructural que permite a las plantas mantenerse erguidas.

El proceso de fabricación implica tratarlo con solventes iónicos a base de sal y luego envolverlo con una capa externa hecha de acetato de celulosa que tiene un índice de refracción menor que el núcleo.

En consecuencia, al igual que con los cables de fibra óptica hechos de vidrio o plástico, los fotones rebotan en su interior y quedan atrapados.

Sin embargo, pasará mucho tiempo antes de que el descubrimiento reemplace los materiales tradicionales utilizados para fabricar cables de fibra óptica.

Su capacidad para transmitir pulsos de luz palidece en comparación con el vidrio o el plástico, pero exhibe características únicas que lo hacen útil para otras aplicaciones, mientras que los investigadores mejoran su rendimiento.

Al estar hechas de fibras de madera, son capaces de absorber agua, y eso afecta su capacidad de transmitir luz, que se puede medir.

Por lo tanto, una aplicación inmediata podría ser un sensor de humedad para estructuras de madera u otros materiales que no juegan bien con el agua.

Fuente: Gizmodo