Una investigadora de biotecnología del MIT ha podido ejecutar el icónico juego de computador Doom utilizando bacterias intestinales reales.
Lauren Ramlan no hizo que el juego funcionara con una simulación digital de bacterias, sino que convirtió bacterias reales en pixeles para mostrar el FPS.
Específicamente, Ramlan creó una pantalla dentro de una pared celular hecha enteramente de bacterias E. coli.
Es posible que la pantalla de 32×48 y 1 bit no gane ningún premio de resolución, pero ¿a quién le importa, verdad?
Es Doom funcionando con bacterias.
Dosificó a las bacterias con proteínas fluorescentes para que se iluminaran como pixeles digitales.
Hay un par de advertencias aquí.
En primer lugar, las bacterias en realidad no están ejecutando el juego, ya que todavía no hemos descifrado todo ese asunto de “inyectar materia biológica con código digital”.
En cambio, las bacterias se combinan para actuar como un monitor diminuto que muestra la jugabilidad de Doom.
Además, está el tema de la velocidad de cuadros, que siempre es una métrica importante cuando se consideran juegos FPS.
La velocidad de fotogramas es atroz, probablemente debido al hecho de que las bacterias nunca fueron pensadas para mostrar videojuegos en 3D.
Las bacterias tardan 70 minutos en iluminar un fotograma del juego y otras ocho horas en volver a su estado inicial.
Esto se traduce en casi nueve horas por cuadro, lo que significa que se necesitarían alrededor de 600 años para jugar de principio a fin.
Eso es incluso peor que Cyberpunk 2077 en su lanzamiento.
Entonces, si bien esto no presentará la experiencia de juego más fluida, sigue siendo una idea bastante ingeniosa.
Además, demuestra aún más la teoría de que Doom puede ejecutarse en casi cualquier cosa.
Hemos visto el juego ejecutándose en pruebas de embarazo, neuronas cerebrales de rata e incluso dentro de otros títulos, como la secuela Doom II y Minecraft.
Fuente: Engadget