Una investigación reciente ha explorado la cuestión de si cada recuerdo se almacena en un punto específico del cerebro o, por el contrario, dicho almacenamiento requiere diversos puntos, debidamente interconectados.
El estudio lo ha realizado el equipo de Dheeraj Roy y Susumu Tonegawa, ambos del Instituto Picower para el Aprendizaje y la Memoria, dependiente del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos.
Los resultados de la investigación muestran que un engrama, el conjunto de neuronas que codifican un recuerdo, suele extenderse ampliamente por el cerebro, incluyendo regiones de este de las que no se creía hasta ahora que intervinieran en guardar y rememorar recuerdos.
El estudio proporciona la prueba más completa y rigurosa hasta la fecha de que el cerebro de los mamíferos almacena cada recuerdo en un conjunto amplio y complejo de interconexiones que abarca muchas regiones del cerebro, en vez de hacerlo en un sitio específico o solo en unos pocos.
Richard Semon, un pionero en el estudio de la memoria, predijo este tipo de organización cerebral para los recuerdos hace más de un siglo, pero para lograr la validación de su hipótesis en el nuevo estudio fue necesario aplicar varias tecnologías desarrolladas solo recientemente.
En el estudio, el equipo identificó docenas de áreas que no se conocían previamente como implicadas en la memoria y demostró que, por regla general, un recuerdo es más nítido cuando se reactivan múltiples regiones de almacenamiento de recuerdos, en vez de una sola.
Cuando se habla del almacenamiento de recuerdos en el cerebro, es típico pensar en el hipocampo.
Sin embargo, tal como Roy destaca, los conjuntos de células codificadoras de recuerdos, o engramas de memoria, se distribuyen por todo el cerebro, no solo en el hipocampo y otras regiones cerebrales conocidas por intervenir en la memoria.
Fuente: Nature Communications