La manipulación de la luz cuántica, uno de los mayores desafíos tecnológicos del siglo XXI, ha dado un gran paso hacia adelante.
Un equipo internacional de científicos liderado por Sahand Mahmoodian de la Universidad de Sídney en Australia y Natasha Tomm de la Universidad de Basilea en Suiza, ha conseguido demostrar por primera vez la capacidad de manipular e identificar pequeñas cantidades de fotones interactuantes con alta correlación.
Este avance sin precedentes en la emisión estimulada de luz, postulada por Einstein en 1916, se observaba hasta ahora para grandes cantidades de fotones y ha sentado las bases para la invención del láser.
Sin embargo, gracias a la nueva investigación, la emisión estimulada también se ha observado ahora para fotones individuales.
Los científicos pudieron medir el retardo temporal directo entre un fotón y un par de fotones enlazados que se dispersaban desde un único punto cuántico.
Los puntos cuánticos son estructuras nanométricas creadas de manera artificial que, en algunos aspectos, se comportan como átomos artificiales.
El hallazgo es un hito importante en el desarrollo de tecnologías cuánticas y abre nuevas posibilidades en la manipulación de la luz cuántica.
Mahmoodian destaca que “esto abre la puerta a la manipulación de lo que podemos llamar ‘luz cuántica’“.
Las aplicaciones del avance logrado incluyen mejoras en técnicas de medición cuántica y en computación cuántica fotónica.
Los próximos pasos en esta línea de investigación serán averiguar cómo puede utilizarse esta nueva capacidad para generar estados de luz útiles para la computación cuántica tolerante a fallos.
En resumen, este hallazgo no solo representa un gran avance científico, sino que también tiene el potencial de revolucionar la tecnología y la informática del futuro.
Fuente: Nature