La firma asiática ha presentado un teléfono que carece de cualquier puerto o botón.
¿Y si su teléfono no tuviera un puerto en el que conectar el cable de carga? ¿Ni un altavoz en la parte inferior? ¿Ni siquiera una bandeja en la cual insertar la tarjeta SIM?
Todas esas preguntas, que muchos fabricantes se han comenzado a plantear en los últimos años a raíz de la cada vez más extendida erradicación del jack de auriculares de 3,5 milímetros o la estandarización de la carga inalámbrica, son contestadas por la empresa china Meizu y su nuevo smartphone.
Ha sido bautizado como Zero, en alusión a la ausencia de los elementos que tan habituales son en el resto de terminales, y promete ofrecer la experiencia de cualquier gama alta del mercado en lo que a especificaciones respecta.
Cuenta con el procesador Snapdragon 845 de Qualcomm, una doble cámara trasera de 20 + 12 megapixeles, una frontal de 20 MP y con una gran pantalla AMOLED de 5,99 pulgadas.
Esa pantalla OLED de 5,99 pulgadas con resolución QHD (2540×1440) también tiene la peculiaridad de servir como sustituta de los altavoces gracias a la tecnología mSound 2.0, y en ella además encontramos un lector de huella dactilar integrado en la pantalla.
Dos pequeños orificios: uno para el micrófono, y otro por si necesitamos hacer un hard reset.
Bluetooth 5.0 y conectividad USB inalámbrica que según el fabricante es capaz de transferir datos a la misma velocidad que el estándar USB 3.0.
Sorpresivamente para un teléfono que presume de innovación, los marcos superior e inferior son notables, en contra de lo que marca la tendencia actual.
En el Meizu Zero la idea de la tecnológica asiática está clara: fabricar un terminal que sea una única pieza, sin interrupciones en su contorno de ningún tipo.
De esta manera, en él no encontrará, como se mencionaba, un USB de tipo C para cargarlo, sino que este proceso se realizará mediante carga rápida inalámbrica.
Tampoco un una ranura para insertar la tarjeta SIM que le proporcione cobertura y conexión de datos, sino que tendrá que hacer uso de una eSIM ( SIM embebida).
Nada de pulsar botones físicos para subir o bajar el volumen, pues estos se han sustituido por unos homólogos virtuales,
sensores de presión y respuesta háptica (mEngine 2.0); las perforaciones para el altavoz en la parte inferior son sustituidas por un transductor piezoeléctrico; y, por supuesto, ni hablar de una conexión jack para auriculares.
Es además resistente al agua gracias a su certificación IP68.
Más allá de lo conveniente que pueda resultar o no para el usuario a día de hoy, es evidente que llegará un punto en el que todas estas conexiones y puntos de interacción en el smartphone no sean ya necesarias, aunque no es ilógico pensar que Meizu quizá haya apostado por ello demasiado pronto.
En cualquier caso, serán los consumidores los que decidirán sobre el éxito o el fracaso de este terminal, del que todavía quedan por conocerse los detalles finales, así como precio de venta, pero
se lanzará en China y de forma conjunta con operadoras que soporten la tecnología eSIM.
Fuente: Hipertextual
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