Melatonina contra células cancerosas

Melatonina contra células cancerosas

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Se calcula que los casos de cáncer, segunda causa de mortalidad en todo el mundo, aumentarán para 2025, siendo el carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello (HNSCC) responsable de 500 000 casos nuevos cada año.

A pesar de los avances continuos en cirugía, radioterapia y quimioterapia, las tasas de supervivencia a los 5 años se mantienen por debajo del 50%.

El HNSCC recurrente contribuye a una morbilidad significativa y conlleva una supervivencia pobre en general, y la investigación de nuevas dianas terapéuticas y tratamientos es bastante urgente.

Un grupo del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES), en España, ha realizado un estudio que demuestra el importante papel que tiene la melatonina, una hormona que regula el sueño, contribuyendo a la muerte celular o apoptosis de las células del carcinoma escamoso de cabeza y cuello.

El grupo lo lidera Germaine Escames en el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada.

El estudio, dirigido en parte por Javier Florido y Germaine Escames, se ha basado en observar en el laboratorio el comportamiento de los carcinomas de células escamosas de cabeza y cuello tras la administración de un tratamiento de melatonina durante 48 horas.

El estudio pone de manifiesto la importancia de la melatonina como sustancia anticancerígena, al mismo tiempo que protege las células sanas.

Los resultados del estudio muestran como la melatonina produce una acción directa en la mitocondria, aumentado los niveles de especies reactivas de oxígeno que, como consecuencia, aumentan el estrés oxidativo y provocan un marcado aumento de muerte de carcinomas de células escamosas de cabeza y cuello.

Sin embargo, la melatonina en las células no tumorales tiene un efecto opuesto actuando como antioxidante.

Los investigadores demuestran en este trabajo el mecanismo de la melatonina para ejercer este efecto dual, proteger a las células sanas y aumentar la muerte de las células tumorales.

Este hallazgo puede suponer un importante avance en el desarrollo de tratamientos menos agresivos y más efectivos para el tratamiento del cáncer escamoso de cabeza y cuello, mejorando el pronóstico y la supervivencia.

Fuente: Journal of Pineal Research

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