Microdrones ultraligeros que funcionan solo con energía solar

La autonomía de los drones es una de las grandes limitaciones y cuanto más ligeros sean más desafíos se encuentran. No obstante, desarrolladores chinos han encontrado una solución con la energía solar.

El proyecto CoulombFly, creado por la Universidad de Beihang en Pekín, ha desarrollado un microdrón alimentado solo por energía solar.

Los desarrolladores han patentado un microvehículo aéreo (MAV) que pesa tan solo 4.21 gramos. Además, tiene una autonomía de una hora a una altura máxima de 15 centímetros, transportando dos gramos de pequeños sensores o controles.

El objetivo del estudio ha sido colocar una hélice a un motor electrostático para volar.

Gracias al sistema de propulsión electrostático, es decir, utilizando la electricidad estática han podido generar el movimiento de la hélice.

Consiguiendo elevarse sin consumir mucha energía solo 0,568 vatios, que ha sido proporcionada por los paneles solares integrados.

Este nuevo enfoque ha destacado porque, según los investigadores, aún no se había logrado un vuelo continuo de microdrones utilizando solo luz solar natural.

Los paneles solares están integrados en el microdrón y no necesita baterías, consiguiendo en el vuelo una potencia solar de 920 vatios por metro cuadrado.

Sin embargo, comprende limitaciones en su uso diurno debido a la falta de almacenamiento, por lo que solo puede usarse con luz solar.

En las primeras pruebas el CoulombFly pudo despegar en menos de un segundo al poner la célula solar a la luz del sol.

El prototipo alcanzó la hora de autonomía y transportó unos pequeños sensores de dos gramos. En el futuro los investigadores esperan aumentar la resistencia y capacidad de carga.

Los desarrolladores chinos han argumentado que en el año 2019, la Universidad de Singapur creó un helicóptero que se consideró el más pequeño, pero ellos han querido desafiar este proyecto.

Sin embargo, existen más proyectos donde han buscado la forma de crear MAV más pequeños.

En primer lugar, el RoboBee, inspirado en las abejas como su nombre indica, tiene un peso que no alcanza los 90 miligramos y su principal función son las investigaciones robóticas, concretamente desarrollado en el Harvard Microrobotics Labs.

Por otro lado, es el DelFly Nimble, un dron que aletea sus alas y solo pesa 29 gramos, creado para fines académicos.

Por último y dedicado al consumidor general encontramos el DJI Mini 3 Pro, tiene funcionalidades de alto rendimiento y no llega a los 250 gramos.

Los desarrolladores esperan que el diseño pueda inspirar a una nueva generación de robots voladores.

Buscan que lleguen a enlazar redes wifi, enviar fotos e, incluso, vigilar gracias a su autonomía de vuelo.

Fuente: Nature