Un diminuto micrófono biocompatible podría superar uno de los mayores obstáculos que impiden que los implantes cocleares sean completamente internos.
Los implantes cocleares, diminutos dispositivos electrónicos que pueden proporcionar una percepción acústica somera a las personas sordas o con problemas severos de audición, han ayudado a mejorar la audición de más de un millón de personas en todo el mundo, según algunas estimaciones.
Sin embargo, en la actualidad los implantes cocleares solo incluyen una parte del dispositivo total y dependen de un hardware externo, no implantado, que suele sujetarse en un lateral de la cabeza.
Estos componentes externos limitan la libertad de los usuarios, que no pueden, por ejemplo, nadar, hacer ejercicio físico ni dormir llevando la unidad externa, y pueden hacer que algunas personas renuncien al implante.
El micrófono sigue siendo uno de los mayores obstáculos para conseguir un implante coclear totalmente interno.
En el camino hacia la creación de un implante coclear totalmente interno, un equipo multidisciplinar de investigadores ha diseñado y fabricado un micrófono implantable que funciona tan bien como los micrófonos de audífonos externos comerciales.
El equipo que ha creado el micrófono está integrado, entre otros, por Aaron Yeiser, Jeffrey Lang y Emma Wawrzynek, los tres del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos.
También han colaborado especialistas del Hospital del Ojo y el Oído de Massachusetts, la Escuela Médica de la Universidad Harvard y la Universidad de Columbia, en Estados Unidos todas estas instituciones.
Este diminuto micrófono, un sensor fabricado con un material piezoeléctrico biocompatible, mide la acción mecánica de minúsculos movimientos en la parte inferior del tímpano.
Los materiales piezoeléctricos generan una carga eléctrica cuando se comprimen o estiran.
Para maximizar el rendimiento del dispositivo, el equipo también desarrolló un amplificador que mejora la señal y al mismo tiempo minimiza las interferencias generadas por los componentes electrónicos.
Aunque aún quedan muchos retos pendientes de superar antes de que un micrófono implantable de este tipo pueda utilizarse en un implante coclear, el equipo espera seguir perfeccionando y probando este prototipo, que se basa en el trabajo iniciado en el MIT y en el Hospital del Ojo y el Oído de Massachusetts hace más de una década.