Aunque la energía eólica es una de las consideradas más limpias, tiene sus inconvenientes.
A su impacto visual y ambiental hay que añadir que se fabrica con materiales que afectan al ecosistema del que provienen.
Además, tienen sus límites según la velocidad del viento.
El nuevo molino genera hasta un 50% más de energía con el mismo costo.
Se puede colocar en cualquier lugar alto, como una terraza o un tejado.
Y aunque obtiene electricidad a partir de la fuerza del viento, no tiene partes móviles. Es un molino de viento sin aspas.
O, mejor dicho, un aerogenerador sin palas.
Y es que su aspecto recuerda más al de una máquina de aire acondicionado que a una turbina eólica clásica.
Después de la fuerza animal, la energía del viento fue una de las primeras fuentes externas que usaron los seres humanos para llegar más allá de lo que permitían sus brazos y piernas.
Para mover barcos en el mar, para bombear agua o para moler cereales.
En este sentido, el molino es uno de los ingenios humanos más antiguos. Y su forma poco ha evolucionado.
Es más, las turbinas eólicas que encontramos con cada vez más frecuencia en distintos paisajes emplean también las clásicas aspas o palas que se mueven por acción del viento.
Sin embargo, desde hace unos años, investigadores de todo el mundo intentan mejorar un invento casi tan viejo como las piedras pero que nos ha sido de gran utilidad durante siglos.
Precisamente, ayudándose de todos los conocimientos que hemos acumulado en cuestión de aerodinámica y de cómo la fuerza del viento se puede convertir en electricidad sin necesidad de elementos móviles que sufran desgasto o rotura con el paso del tiempo.
Y, en consecuencia, con un menor impacto ambiental.
Los molinos de viento se han popularizado en los últimos años. Y es frecuente verlos en determinados lugares.
Normalmente, en zonas poco pobladas o alejadas de las grandes ciudades.
A diferencia del sol, que no en todos los países alumbra con la misma intensidad y durante las mismas horas, el viento está presente en todo el planeta.
Además, amortizar las instalaciones de aerogeneradores cada vez requiere de menos tiempo para las grandes eléctricas.
De ahí que en el TOP 5 de países con mayor capacidad de producción de energía a partir del viento destaquen gigantes como China, Estados Unidos y la India pero también países como Alemania o España.
Sin ir más lejos, hay países europeos que con frecuencia obtienen entre el 20 y el 40% de su energía eléctrica del viento.
Sin embargo, queda mucho por hacer.
Por el momento, los molinos de viento están instalados en zonas rurales o alejadas de las grandes urbes.
La principal razón es que resulta más barato ocupar grandes extensiones agrícolas o naturales con decenas de aerogeneradores que deben guardar distancia entre sí.
Y también podemos encontrarlos en el mar, en zonas donde los fuertes vientos ayudan a generar electricidad sin ocupar terrenos.
Pero poco a poco va abriéndose camino la posibilidad de usar molinos de viento o aerogeneradores para uso doméstico o industrial.
La potencia obtenida es menor.
Pero, a cambio, se pueden instalar en terrazas y azoteas en vez de destinar terrenos vacíos.
Se trata de aparatos de menor tamaño que emplean aspas o paletas de distintas formas y tamaños.
Incluso empiezan a verse aerogeneradores de eje vertical que poco se parecen a los clásicos molinos de viento.
Y el siguiente paso está en los molinos de viento sin aspas.
Un ejemplo de aerogenerador sin palas recibe el nombre de Aeromine.
La empresa propietaria, Aeromine Technologies, ha desarrollado molinos de viento sin aspas que poco o nada se parecen a los aerogeneradores tradicionales.
Está pensado para uso comercial, en empresas o instalaciones industriales.
Y puede usarse por separado o integrado en sistemas energéticos que empleen también paneles solares.
Una manera de asegurar que siempre habrá electricidad disponible.
Con un aspecto que recuerda los alerones aerodinámicos de los automóviles de Fórmula 1, precisamente estos aerogeneradores sin palas se basan en estos conocimientos de aerodinámica para captar el viento y amplificar su fuerza.
Sin hacer ruido ni generar movimiento.
Al menos en su parte externa.
Lo que los hace perfectos para instalar en tejados.
Una alternativa a los paneles solares que requiere menos mantenimiento y menos superficie de instalación.
Es más, también parece vencer la traba que impide a los molinos de viento funcionar en condiciones de excesivo viento.
Cuanto más, mejor. Hasta un máximo de 53 metros por segundo o más.
Y, por el otro lado, también puede trabajar con velocidades de viento bajas como 2,5 metros por segundo.
De ahí que en su página oficial indique que estos aerogeneradores sin palas se pueden instalar en grandes tejados planos de almacenes, fábricas, edificios de oficinas, grandes superficies comerciales e incluso en edificios residenciales.
Y como ejemplo, los responsables de Aeromine dicen que una de sus unidades equivale a 16 paneles solares en cuanto a generación de electricidad.
Sobre el funcionamiento de estos aerogeneradores sin palas, queda explicado en una entrevista en Interesting Engineering.
En este medio especializado, el Dr. Carsten Westergaard, fundador y CTO de Aeromine Technologies, resume brevemente qué hace tan especial su molino de viento sin aspas.
“A diferencia de cualquier tipo de turbina eólica, Aeromine tiene dos corrientes de flujo separadas (…) Las aletas exteriores orientadas hacia el viento producen un potencial de baja presión.
El potencial de baja presión impulsa una corriente de flujo interna desde una entrada separada a través de una hélice interna que extrae energía y luego expulsa el fluido residual a la corriente libre”.
Westergaard aclara también que “la hélice interna no es realmente una turbina eólica, es un ventilador que funciona en sentido inverso, o en abstracto de los flujos de agua, es una turbina Kaplan en una presa hidroeléctrica, impulsada por la presión diferencial y el caudal originado en la presión diferencial”.
En la página oficial de Aeromine Technologies no aparece ningún enlace de comprar. Ni es posible contactar con un comercial. Para que esto sea posible tendremos que esperar.
Para hacer realidad la producción en cadena de estos aerogeneradores sin palas, Aeromine se ha asociado con BASF, el gigante alemán considerado la empresa química más importante de todo el mundo.
El objetivo es fabricar decenas de miles de unidades para finales de 2023.
Hasta entonces, desconocemos los precios de estos aerogeneradores tan innovadores. O si podremos instalarlos en nuestros tejados. O si lo que prometen es cierto.
Sobre plano, todo son ventajas y un gran cambio de perspectiva del lugar que ocupa la energía eólica, normalmente fuera de las ciudades.
Fuente: Aeromine
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