Pueden soportar muchas veces su propio peso.
La mayoría de los intentos de dar músculos a los robots tienden a ser pesados, lentos o ambos.
Sin embargo, los científicos podrían finalmente tener una solución que sea a la vez ligera y ágil.
Han desarrollado fibras que pueden servir como músculos artificiales para los robots sin dejar de ser livianos, sensibles y poderosos.
Unieron dos polímeros con tasas de expansión térmica muy diferentes (un elastómero de copolímero cíclico y un polietileno termoplástico) que reaccionan con una fuerte fuerza de tracción cuando se los somete incluso a leves cambios de calor.
Son tan fuertes que solo una fibra puede levantar hasta 650 veces su peso, y los tiempos de respuesta se pueden medir en milisegundos.
Las fibras pueden variar desde unos pocos micrómetros de grosor hasta unos pocos milímetros, y pueden tener cientos de metros de longitud.
También puede tejer otros elementos en la fibra, como nanocables (como hicieron los investigadores para medir la tensión), electrodos o fibras ópticas.
Una extremidad robótica no necesitaría fuentes de calor externas y voluminosas para activar las fibras.
Y si se agrupan las fibras, podrían proporcionar un control automatizado y preciso.
Si bien esto todavía es un experimento de laboratorio, hay mucho potencial.
Diminutos robots médicos podrían trabajar en su cuerpo desde adentro, mientras que los bots más grandes pueden ser musculosos, rápidos o ambos.
Esto podría ser particularmente vital para los miembros protésicos, donde la hidráulica y otras máquinas pueden atascarlos.
Un miembro artificial no puede sentirse natural, sino ofrece un tiempo de respuesta comparable.
Fuente: Engadget