Estamos acostumbrados a pensar en el silicio como el material en la arquitectura de computadores. Pero ahora un equipo de científicos ha demostrado que un conjunto aleatorio de nanopartículas frías puede evolucionar para realizar tareas computacionales también.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Twente, en los Países Bajos han estado experimentando con partículas de oro diminutas para investigar si pueden ser alentadas a realizar cálculos.
El equipo tomó una selección de partículas de oro de 20 nanómetros, organizándolas en un círculo a un sólo nanómetro una de la otra.
A continuación, el equipo colocó ocho electrodos alrededor del círculo, y aplicó una serie de tensiones, y encontró que eran capaces de formar una pequeña red de transistores capaz de realizar algunos cálculos básicos.
Los investigadores no tenían idea de qué tipo de tensiones aplicar o dónde aplicarlas, con el fin de hacer que sucediera.
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Y funcionó: el equipo convirtió la colección de partículas de oro en un conjunto de seis puertas lógicas que fueron capaces de realizar algunas tareas simples.
Los investigadores estiman que la naturaleza de este tipo de enfoque de computación podría hacer que fuera muy adecuada para algunos tipos de cálculos, como reconocimiento de patrones, que mejor se realizan con núcleos computacionales que se ejecutan en paralelo en lugar de realizar tareas una después de la otra.
Estos experimentos se realizaron en tan sólo 0,3 grados por encima del cero absoluto, así que hay algunos avances que hacer antes de que las nanopartículas de oro están impulsando su computadora portátil.
Fuente: Gizmodo