Tiene el mismo tamaño, velocidad y capacidad de aplastamiento que una cucaracha.
A los humanos nos gusta imitar lo que vemos en la naturaleza.
Los robots con forma de perro son de lo más divertido con sus acrobacias.
También les tenemos mucho cariño porque, al fin y al cabo, el perro es el mejor amigo del hombre.
Pero no todos los robots van a ser igual de simpáticos; hemos visto en muchas películas las ganas que tienen de levantarse contra nosotros.
Sin embargo, hay una cosa que no vimos venir: los robots con características muy similares a las de las cucarachas.
Y es que la Universidad de California en Berkeley ha diseñado un robot muy parecido a una cucaracha: tiene su misma capacidad de aplastamiento y su velocidad. Además del mismo tamaño.
En definitiva, han diseñado una máquina con la forma de uno de los insectos que más pesadillas invade.
Apenas tiene el tamaño de un sello de correos, es un robot blando, puede correr a 20 metros por segundo y soporta una tensión de un millón de veces su propio peso.
Y es que, si una persona de unos 60 kilos pisa a este bicho de metal, el robot no se muere, según señalan desde Science Alert.
“La mayoría de los robots a esta escala tan pequeña son muy frágiles“, afirma el ingeniero mecánico Liwei Lin, de la Universidad de California.
“Si lo pisas, prácticamente destruyes el robot“.
“Descubrimos que si ponemos peso en nuestro robot, sigue funcionando más o menos“.
Lo más fascinante de estos robots es que pueden ser aplastados y no se rompen.
Era una de las características que los ingenieros tenían clara que querían para su máquina.
Y lo han conseguido haciéndolos con una fina lámina de difluoruro de polivinilideno (PVDF), un material piezoeléctrico que se expande y contrae con la aplicación de una pequeña corriente alterna.
Es esta expansión y contracción la que da a esta máquina su peculiar manera de moverse: “añadiendo una pata delantera y una capa de polímero elástico, los científicos consiguieron que la lámina se doblara de forma que la impulsara hacia delante“.
Antes de dar con el diseño más acertado, los investigadores hicieron varias pruebas de tamaños y velocidades.
Hicieron cucarachas de entre 10 y 30 milímetros, con diferentes corrientes eléctricas, para saber mejor cuánto podía llegar a correr.
También hicieron pruebas para saber si podía cargar con cosas como un cacahuete.
Estas pruebas fueron un éxito ya que dieron una valiosa información: estas falsas cucarachas pueden cargar hasta seis veces su peso.
¿El mayor inconveniente de este robot con forma de cucaracha?
Que todavía no tiene una batería propia y está atado a una fuente de alimentación.
No obstante, podría cambiar en el futuro y darle una mayor autonomía ya que, por ejemplo, estas máquinas podrían ser de mucha utilidad en catástrofes, ya que podrían adentrarse en sitios peligrosos e inestables.
“Por ejemplo, si se produce un terremoto, es muy difícil que las máquinas grandes, o los perros grandes, encuentren vida bajo los escombros, por eso necesitamos un robot de tamaño pequeño que sea ágil y robusto“, dice el ingeniero mecánico Yichuan Wu, de la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica de China.
A pesar de la fobia que puedan darnos sus homólogas reales, estos robots podrían ser de gran ayuda para el ser humano.
No nos dejemos llevar por el asco y aprovechémonos de los diseños de la naturaleza; que son los únicos que podemos copiar sin sentirnos culpables.
Fuente: Hipertextual
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