Paciente vive 105 días con un corazón de titanio
El corazón de titanio es un órgano de transición que se coloca a la espera de un corazón compatible para trasplante.
El pasado 6 de marzo, un hombre australiano de 40 años recibió con éxito un trasplante de corazón.
Su caso pasó a la historia de la medicina, pero no por esto, sino porque durante los 105 días anteriores hizo vida prácticamente normal, a la espera de la llegada del órgano, gracias a un corazón de titanio.
No es la primera vez que un ser humano recibe un dispositivo de este tipo. De hecho, ha sido el sexto en recibirlo.
Pero su caso es especial por dos motivos. Porque ha sido el primer caso fuera de Estados Unidos y, sobre todo, porque también ha sido el único paciente que ha salido del hospital con el corazón puesto.
Los pacientes anteriores tuvieron el corazón de titanio durante unos pocos días, aún en el hospital, a la espera de recibir un trasplante de corazón.
De hecho, el primero, un hombre de 58 años intervenido en un hospital de Texas, solo lo tuvo 8 días. Esto ocurrió en 2024 y fue el broche de casi 25 años de investigación, que ahora han pasado al siguiente nivel al demostrar que, en realidad, el corazón de titanio es mucho más funcional de lo que parece.
El objetivo del corazón de titanio no es permanecer para siempre en el pecho de los pacientes.
Es un órgano de transición que se utiliza cuando su situación es tan insostenible que difícilmente aguantarían con vida a la llegada de un órgano compatible.
Se trata de un dispositivo metálico con una hélice levitante que empuja la sangre hacia los pulmones y el resto de órganos que la necesiten.
Esta pieza levitante gira entre dos cámaras, de tal manera que en ningún momento llega a tocar una superficie dura.
Si estos ocurriera, podría producirse corrosión y dañar el órgano artificial con el paso del tiempo.
Es muy compacto, con un peso de 650 gramos, por lo que puede implantarse en pechos masculinos, femeninos o incluso de niños de a partir de 12 años.
Aún no se sabe cuál será su duración máxima. Sin embargo, los responsables de BiVACOR, la compañía que los fabrica, señalan que en el laboratorio han logrado mantenerlo funcionando ya durante 4 años.
Solo hay que cambiar la batería cuando sea necesario.
Esta intervención ha sido muy especial para el creador de BiVACOR, Daniel Timms.
Este ingeniero biomédico australiano ha estado trabajando en el desarrollo de un corazón de titanio desde que su padre sufrió un ataque cardíaco en 2001.
Hasta ahora había trabajado solo en Estados Unidos, pero en esta ocasión ha podido apoyar la intervención de un paciente en su propio país.
Este se eligió por la gravedad de su patología, que no le permitía desplazarse durante más de 10 o 15 metros sin que se sintiese incapaz de respirar.
Gracias al corazón de titanio, en los días de espera para el trasplante pudo moverse con normalidad y llevar a cabo su día a día sin problemas.
De momento el corazón no está disponible para que cualquier hospital pueda adquirirlo.
Se han iniciado ensayos clínicos en Estados Unidos y Australia, con casos tan exitosos como este último.
Pero aún será necesario trabajar más en ello para que llegue ampliamente a otros lugares del mundo,
Fuente: Science Alert
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