El Reino Unido se dispone a proporcionar dispositivos de páncreas artificiales a decenas de miles de personas que viven con diabetes tipo 1.
El Reino Unido se ha embarcado en una iniciativa única en su tipo que facilitará mucho la vida de muchos diabéticos.
Los dispositivos recientemente aprobados deberían eliminar la necesidad de que los pacientes midan constantemente sus niveles de glucosa en sangre.
La diabetes se caracteriza por tener niveles crónicamente elevados de azúcar en sangre.
Esto suele ocurrir debido a una falla en nuestra producción o respuesta a la insulina, una hormona que ayuda a transportar el azúcar del torrente sanguíneo a nuestras células.
Las personas con diabetes tipo 1 tienen un sistema inmunológico demasiado entusiasta que ataca las células del páncreas responsables de producir insulina, lo que significa que ya no pueden producirla por sí mismas cuando la necesitan, especialmente después de una comida.
Como resultado, los diabéticos tipo 1 (así como algunas personas con tipo 2) tienen que controlar periódicamente su nivel de glucosa en sangre y tomar dosis de insulina artificial para mantenerla bajo control.
La insulina artificial ha evitado que la diabetes se convierta en una sentencia de muerte.
Pero los diabéticos todavía tienden a experimentar un mayor riesgo de sufrir muchas complicaciones de salud y una esperanza de vida más corta, especialmente si tienen más dificultades para controlar su nivel de azúcar en la sangre.
Por lo tanto, encontrar una manera de mejorar de manera confiable el control de la glucosa en sangre y la administración de insulina se ha considerado durante mucho tiempo como un objetivo importante para mejorar la salud y la vida de las personas con diabetes.
Una vía de investigación prometedora ha sido el desarrollo del llamado páncreas artificial, o tecnología que puede reemplazar automáticamente las funciones del órgano.
En 2022, los Servicios Nacionales de Salud del Reino Unido (el sistema de salud financiado con fondos públicos del país) comenzaron una prueba piloto de un dispositivo de páncreas artificial particular, conocido formalmente como sistema híbrido de circuito cerrado.
El sistema utiliza un sensor colocado debajo de la piel para medir continuamente el azúcar en la sangre y luego se comunica de forma inalámbrica con una bomba de insulina para determinar cuánta insulina se debe administrar al usuario.
El usuario también puede realizar un seguimiento de las lecturas del sensor con una aplicación para teléfono inteligente.
Aún se requiere cierta entrada manual, ya que el usuario debe contar los carbohidratos que consume en las comidas para garantizar la precisión del dispositivo.
Pero en general, la tecnología está diseñada no sólo para hacer la vida menos complicada para estos pacientes, sino también para garantizar un mejor control del azúcar en sangre y menos complicaciones relacionadas con la diabetes.
El dispositivo se consideró un claro éxito en su prueba piloto y, en diciembre pasado, el NHS autorizó formalmente el sistema híbrido de circuito cerrado para uso público.
A partir de este mes, el país está comenzando a ofrecer el sistema a pacientes elegibles con diabetes tipo 1, en lo que se considera un esfuerzo pionero en el mundo.
“Esta tecnología transformadora tiene el poder de redefinir la vida de las personas con diabetes tipo 1, prometiendo una mejor calidad de vida y resultados clínicos“, dijo Clare Hambling, directora clínica nacional de diabetes del NHS, en un comunicado del NHS.
Las personas que ya utilizan el dispositivo también han informado cosas positivas.
“Ya no tengo que preocuparme de que el estrés relacionado con el trabajo afecte mis niveles de glucosa en sangre, ya que el circuito cerrado ayuda a solucionarlo antes de que se convierta en un problema“, dijo Gemma Lavery, de 38 años, una de las pacientes del ensayo piloto en un comunicado del NHS.
Se espera que la iniciativa llegue a decenas de miles de pacientes con diabetes tipo 1 en el país durante los próximos cinco años.
Las personas elegibles para el programa incluirán niños con diabetes tipo 1, mujeres embarazadas con diabetes tipo 1 y adultos con diabetes tipo 1 que tengan una HbA1c (una medida de control de la glucosa en sangre) de 58 mmol/mol (7,5%) o más.
Hay otros dispositivos de páncreas artificiales en desarrollo o disponibles para el público en otros lugares.
En mayo pasado, por ejemplo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. autorizó la tecnología iLet Bionic Pancreas, que también pretende mejorar la automatización de la administración de insulina.
Fuente: NHS