Investigadores del MIT, la Universidad de Boston, la Universidad de Chicago, Analog Devices y el Brigham and Women’s Hospital han desarrollado una pequeña “píldora inteligente” que utiliza bacterias luminiscentes para diagnosticar problemas intestinales.
La pastilla, aproximadamente del tamaño de un arándano, es mucho más pequeña que las versiones anteriores, lo que la hace más fácil de tragar.
La píldora inteligente contiene bacterias probióticas genéticamente modificadas, componentes electrónicos y una pequeña batería.
Una vez ingerida, viaja al intestino grueso, donde las bacterias producen luz cuando se exponen a moléculas biológicas específicas asociadas con ciertas enfermedades intestinales.
La electrónica de a bordo detecta esta luz y transmite una señal inalámbrica al teléfono inteligente o al computador del médico fuera del cuerpo.
Este procedimiento no invasivo se puede repetir varias veces, lo que permite la detección de biomarcadores de corta duración que las colonoscopias tradicionales pueden pasar por alto.
La píldora finalmente se excreta del cuerpo con las heces.
En pruebas con cerdos, la píldora inteligente detectó e informó con éxito niveles de óxido nítrico, un biomarcador asociado con diversas enfermedades inflamatorias del intestino.
Los investigadores creen que al ajustar la ingeniería genética de la bacteria, la píldora podría detectar otros tipos de biomarcadores, lo que la convertiría en una herramienta valiosa para la investigación gastrointestinal.
“El funcionamiento interno del intestino humano sigue siendo una de las últimas fronteras de la ciencia.
Nuestra nueva píldora podría desbloquear una gran cantidad de información sobre la función del cuerpo, su relación con el medio ambiente y el impacto de las enfermedades y las intervenciones terapéuticas”.
Este enfoque innovador para diagnosticar problemas intestinales ofrece un método menos invasivo y potencialmente más preciso para detectar y controlar enfermedades gastrointestinales.
Fuente: Nature