En el punto de una lesión con fibras nerviosas muy dañadas, normalmente estas no rebrotan. Ello acarrea discapacidades neurológicas permanentes en la persona.
En una nueva investigación, se ha descubierto una clase especial de glóbulos blancos que tienen el potencial de estimular el rebrote de fibras nerviosas en ratones y en humanos.
Todo apunta a que este hallazgo resultará ser un importante avance en la ciencia médica.
El estudio es obra de un equipo integrado, entre otros, por Benjamin Segal y Andrew D. Jerome, ambos del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio en Estados Unidos.
Segal, Jerome y sus colegas descubrieron que es posible transformar células de médula ósea en células con una capacidad asombrosa de promover la reparación de fibras nerviosas.
Estimulando las células de médula ósea mediante sustancias específicas en el laboratorio, el equipo logró convertirlas en células prorregenerativas que pueden ayudar a las células nerviosas dañadas a sobrevivir y a repoblar zonas devastadas.
“Nuestro objetivo final es desarrollar tratamientos utilizando estas células especiales, para revertir daños en el nervio óptico, en el cerebro y en la médula espinal, restaurando así las funciones neurológicas perdidas”, explica Segal.
Durante mucho tiempo se ha creído que los daños en el tejido nervioso causados por lesiones en la médula espinal, en el nervio óptico o en el cerebro, y por dolencias neurológicas degenerativas como la esclerosis lateral amiotrófica, la enfermedad de Alzheimer y la esclerosis múltiple, eran permanentes.
Sin embargo, hace cuatro años, el equipo de Segal logró un gran avance en ratones, lo que despertó la esperanza de poder mejorar el estado de millones de personas afectadas por estos graves problemas.
“Nuestro nuevo estudio demuestra que las células de los propios pacientes pueden utilizarse para administrar tratamientos seguros y eficaces contra estos trastornos devastadores“, afirma Jerome.
En su reciente estudio, el equipo generó células prorregenerativas a partir de la médula ósea de ocho donantes humanos diferentes.
Sorprendentemente, las células de los ocho donantes impulsaron con éxito a las células nerviosas humanas a regenerar fibras nerviosas.
Estas células incluso triplicaron la tasa de supervivencia de las células nerviosas sometidas a las condiciones hostiles del entorno dañado.
Esto sugiere que pueden ayudar a ralentizar o prevenir la progresión de afecciones neurológicas degenerativas, así como a revertir lesiones y restaurar funciones.
Segal anuncia que el nuevo paso en esta línea de investigación y desarrollo será determinar cuáles son los métodos más eficaces de cultivo y administración de estas células para que puedan iniciarse los ensayos clínicos.
Fuente: Nature Immunology
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