Ben Conde se especializa en un tipo de yo-yo con una cuerda sin ataduras, y hace cosas que desafían toda lógica.
Pero hay una característica que hace que estos artilugios funcionen.
Escondidas entre las mitades de su yo-yo hay pequeñas almohadillas de fricción de silicona.
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Estas, combinadas con alta velocidad de rotación, permiten agarrar a la cuerda en el aire y remolcarla para que se envuelva de vuelta en el yo-yo, gracias a la fricción.
El video explica en detalle el funcionamiento de este yo-yo y la física involucrada.
Fuente: Gizmodo
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