FRIDA es un robot singular. No por su hardware, ya que se trata, básicamente, de un brazo robótico industrial, sino por su software.
La inteligencia artificial con la que está dotado le permite pintar cuadros en estilos artísticos bien definidos, atendiendo a las peticiones que se le hacen.
Los principales responsables de esta iniciativa son Peter Schaldenbrand, Jean Oh y Jim McCann, del Instituto de Robótica de la Universidad Carnegie Mellon en Estados Unidos.
El nombre de FRIDA corresponde a las siglas en inglés de Framework and Robotics Initiative for Developing Arts, pero, tal como confiesan Schaldenbrand y sus colegas, haber escogido las siglas de FRIDA es sobre todo un homenaje a la pintora mexicana Frida Kahlo (1907-1954).
Los usuarios pueden dirigir FRIDA introduciendo una descripción de texto, enviando otras obras de arte para inspirar su estilo o subiendo una fotografía y pidiéndole que pinte una representación de la misma.
El equipo está experimentando también con otras entradas, como el audio.
“FRIDA es un sistema robótico de pintura, pero no es un artista”, advierte Schaldenbrand.
“FRIDA no genera ideas para comunicarse.
FRIDA es un sistema con el que puede colaborar un artista.
El artista puede especificar objetivos de alto nivel para FRIDA y luego FRIDA puede ejecutarlos“.
El robot utiliza modelos de inteligencia artificial similares a los de herramientas como ChatGPT de OpenAI y DALL-E 2, que generan texto o una imagen, respectivamente, en respuesta a una indicación.
FRIDA simula cómo pintaría una imagen con pinceladas y utiliza el aprendizaje automático para evaluar su progreso a medida que trabaja.
Fuente: CMU