El laboratorio de investigación de IA con sede en San Francisco, OpenAI, logró entrenar con éxito una mano robótica para manipular un cubo con una destreza extraordinaria.
Así es, usando un algoritmo de aprendizaje por refuerzo, la mano se enseñó a sí misma cómo manipular el cubo con una técnica inspirada en cómo aprenden los animales.
Simuló varias condiciones y se entrenó al robot para resolver el cubo y seguir funcionando independientemente de cualquier factor físico desconocido.
Después de simular miles de años, la mano aprendió importantes principios generales sobre cómo interactuar con el mundo.
Estaba equipado para manejar pequeñas variaciones en su entorno, y para probar su resistencia, los investigadores interrumpieron la mano mientras intentaba resolver el cubo al unir sus dedos, sujetarla con un guante de goma o pincharlo repetidamente.
Fuente: Techeblog