Samsung presenta su Galaxy Z Fold4, una evolución interesante y racional de su anterior plegable “de gran formato” que ahora introduce cambios llamativos.
Aunque el formato sigue la línea de sus predecesores, el Fold4 es ligeramente distinto, y al estar plegado es algo más ancho y menos alto.
La apuesta fotográfica es también más ambiciosa y viene apoyada por el poderoso Snapdragon 8+ Gen 1, y estamos además ante un terminal basado en el sistema operativo Android 12L que “mima” especialmente a los plegables.
Las anteriores revisiones del Galaxy Z Fold tenían un aspecto realmente fantástico al ser desplegadas, pero cuando uno plegaba esos dispositivos la pantalla tenía un formato algo más alargado de lo que plantean los terminales convencionales.
En el Galaxy Z Fold4 las cosas cambian ligeramente.
Se recorta un poco la altura y ganamos algo de anchura respecto a los modelos anteriores, y eso hace que plegado el móvil tenga “más aspecto de móvil” (pasamos del 24.5:9 a 23.1:9) y al estar desplegado la pantalla, algo más “cuadradita” siga mostrando una enorme cantidad de información y sea especialmente disfrutable.
Los marcos se han reducido también ligeramente, algo que ayuda a disfrutar aún más de esas pantallas.
También estamos ante un terminal que es ligeramente más delgado y menos pesado que su predecesor, y que además aprovecha los avances realizados en la anterior generación: el dueto de cámaras frontales vuelve a estar protagonizado no ya por la cámara selfie, sino por esa cámara bajo la pantalla que debutó en el Galaxy Z Fold3.
El dispositivo estará disponible en cuatro colores: verde gris, beis, negro fantasma y borgoña (este último solo disponible en samsung.com).
El aluminio y el cristal vuelven a ser protagonistas en la construcción, que una vez más promete ser fantástica.
Como sucedía en el pasado, contamos con el lector de huellas en el lateral y con certificación IPX8 que permite que resista inmersiones de hasta 1,5 metros en agua dulce durante un máximo de 30 minutos.
Aquí en cualquier caso mejor no arriesgar demasiado: no se aconseja su uso en la playa (cuidado allí, no hay resistencia al polvo) o la piscina, por ejemplo, indican en Samsung.
La duda es si hay cambios apreciables con la bisagra y ese famoso pliegue que se aprecia al tener el Z Fold4 desplegado.
Samsung dedicó unos instantes a hablar del nuevo diseño de bisagra, que antes se basaba en un mecanismo de engranajes que la hacía algo más gruesa: un nuevo diseño permite que esa bisagra “adelagace” y siga conservando la durabilidad de los antiguos modelos.
A nivel de hardware interno el cambio más notable lo encontramos en el SoC utilizado: mientras que en el Fold3 se usaba el Snapdragon 888, aquí contamos con el potente Snapdragon 8+ Gen 1, un SoC de garantías que permitirá sacar partido de todas las opciones de este dispositivo.
Acompañándole están los 12 GB de RAM y el hasta 1 TB de almacenamiento que ya vimos en el modelo anterior, mientras que la conectividad está también bien resuelta con el soporte de 5G, Wi-Fi 6E y de Bluetooth 5.2.
Plegado tenemos una diagonal de 6,2 pulgadas y resolución de 2.316 x 904 pixeles y desplegado son 7,6 pulgadas y 2.176 × 1.812.
En ambos casos tenemos tasas de refresco de hasta 120 Hz.
Esa pantalla y ese procesador invitan a hacer más de una cosa a la vez y disfrutar de la multirea que plantea esa diagonal una vez desplegamos el Fold4.
Al hacerlo nos beneficiaremos especialmente de las ventajas de Android 12L, una versión específicamente pensada para tablets y plegables que saca partido de esa versatilidad.
Esa versión se une a One UI 4.1.1 para ofrecer por ejemplo una nueva barra de tareas similar a la de un computador para dar acceso rápido a las aplicaciones favoritas y usadas recientemente.
Hay además nuevos gestos de desplazamiento que por ejemplo permiten mostrar las aplicaciones abiertas para luego situarlas en pantalla dividida.
Hay también ventajas para usuarios de apps de Google y Microsoft con funciones más completas de arrastrar y soltar contenidos, pero también destaca especialmente el soporte del S Pen que permite, si disponemos de ese accesorio opcional, tomar notas o hacer dibujos aprovechando esa diagonal extendida.
La apuesta fotográfica del Galaxy Z Fold4 cambia de forma notable. No lo hace en las cámaras interiores, que son las mismas que en el Z Fold3, pero sí en su conjunto de sensores traseros, que tiene dos modificaciones importantes.
El sensor principal cuenta con una resolución de 50 Mpixeles y apertura f/2.2 (era de 12 MP f/1.8 en el anterior) y por tanto permitirá en teoría lograr fotos con más detalle al hacer zoom, aunque la apertura pierde enteros con este nuevo sensor y habrá que ver qué impacto tienen ambas decisiones.
También hay cambios en el teleobjetivo, que pasa de ser un sensor de 12 MP f/2.4 con zoom 2X a un sensor de 10MP f/2.4 con zoom 3X.
Podremos disfrutar además de esos modos fotográficos habilitados por este formato tan versátil.
Así, tenemos el modo de previsualización dual o el selfie con la cámara trasera, que es precisamente una de las grandes ventajas de tener un dispositivo plegable y permite aprovechar el mejor sensor incluso para esas fotos y videos que nos hacemos a nosotros mismos.
El nuevo Samsung Galaxy Z Fold4 ya está disponible para precompra con los precios siguientes:
Samsung Galaxy Z Fold4 (12 + 256 GB): 1.799 euros.
Samsung Galaxy Z Fold4 (12 + 512 GB): 1.919 euros.
Samsung Galaxy Z Fold4 (12 + 1.024 GB): 2.159 euros.
Fuente: Techradar
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