El descubrimiento aporta nuevas bases al estudio sobre cómo se empaqueta el ADN para poder almacenar toda la información necesaria para la vida dentro de un espacio tan diminuto como el núcleo celular.
Guiados por el trabajo de Rosalind Franklin, James Watson y Francis Crick se descubrió la estructura de escalera retorcida del ADN en 1953, un hallazgo que dio lugar al moderno campo de la biología molecular.
Investigadores han construido una diminuta máquina que constituye un motor giratorio y que es capaz de desplazarse por encima de una superficie hacia una dirección concreta, escogida previamente.