Unos científicos han preparado tejidos y prendas de vestir que pueden almacenar datos, desde códigos de seguridad a etiquetas de identificación, sin que se necesite que vayan acompañados de sensores ni dispositivo electrónico alguno.
El almacenamiento de datos, el cual hace unos años experimentaba el cambio de discos duros a sólidos, puede que lo siguiente sea pasar a discos duros congelados.
Un grupo de científicos de IBM han desarrollado un tipo de cartucho que cabe en la palma de la mano y en el que han almacenado 330 terabytes de datos sin comprimir.