Investigadores estadounidenses utilizaron la técnica de edición genética CRISPR-Cas9 para modificar varios genes simultáneamente, disminuyendo la capacidad de la bacteria E.coli para adaptarse a los antibióticos.
Las infecciones con bacterias resistentes a los antibióticos son difíciles de tratar, ya que requieren alternativas costosas, que comportan más efectos secundarios y no son siempre exitosas.
Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) (España) ha descubierto que el compuesto 2-tridecanona, insecticida natural producido por variedades silvestres de tomate, disminuye la capacidad infectiva de bacterias que interactúan con plantas, sin que esto afecte al crecimiento bacteriano.
Investigadores de la Universidad de Basilea en Suiza y el Instituto Max Planck en la ciudad alemana de Dresde, han puesto en marcha un nuevo “laboratorio en un chip” que viene acompañado por un software de análisis automático.