Las baterías de iones de litio son actualmente uno de los mayores problemas en el mundo de la tecnología. La fuente de energía omnipresente tiene una tendencia molesta a estallar en llamas.
Unos investigadores han creado una batería o pila alimentada por bacterias sobre una sola lámina de papel, la cual puede energizar electrónica desechable.
En vista de la omnipresencia de las baterías de iones de litio en teléfonos inteligentes y otros dispositivos recargables, es difícil imaginar su reemplazo por pilas de otro tipo.
Un gran avance en investigación energética se ha producido recientemente con el descubrimiento de nuevos materiales que constituyen una mejor alternativa al almacenamiento de energía en baterías e incluso en supercondensadores convencionales, al ofrecer mayor eficiencia, mayor seguridad, mayor respeto al medio ambiente y una recarga más rápida.
Tomemos unos cuantos trozos de metal de una chatarrería, coloquémoslos en un frasco de cristal junto a una sustancia química doméstica común y, voilà, obtenemos una batería de alto rendimiento.