Para muchas aplicaciones, como dispositivos biomédicos, mecánicos o de vigilancia medioambiental, aprovechar la energía de pequeños movimientos podría proporcionar un suministro energético modesto pero durante toda la vida útil del dispositivo.
Un equipo de investigadores chinos ha desarrollado un papel basado en óxido de grafeno que se dobla, camina y gira en esquinas por sí mismo, en respuesta a cambios de temperatura.
Investigadores de la Universidad de Osaka, al oeste de Japón, han desarrollado un sistema de análisis de imagen capaz de determinar la edad de una persona por su forma de andar.