Venus tiene la superficie más caliente en el sistema solar, más caliente aún que Mercurio. Combinado con su densa y cáustica atmósfera, ninguna de nuestras computadoras puede resistir en Venus por más de unas pocas horas. Ahora, los científicos creen que han llegado a una solución.
Un estudio liderado por investigadores de la Universitat Politècnica de València (España) permite diseñar chips de altas prestaciones con mayor capacidad de procesamiento.