Una serie reciente de experimentos demuestra que las bacterias verdes del azufre, del género Chlorobium, sensibles a la luz, pueden actuar en tándem con las bacterias del género Geobacter, que son capaces de ejercer una forma de “respiración” que permite la función de ánodo necesaria para la producción de electricidad.
Es un instrumento simple pero revolucionario, genera fuego utilizando, simplemente, agua. Este invento desarrollado por un grupo de investigación europeo, ITM Power, no necesita gases inflamables y, además, genera su propio combustible.
Investigadores en la Universidad del Oeste de Inglaterra descubren una manera de utilizar la orina humana para recargar la batería de un teléfono con celdas de combustible biológico.