Pero no es arena de playa, sino nanopartículas de dióxido de silicio recubiertas con un polímero de constante dieléctrica elevada a fin de proporcionar, a bajo costo, una mejor refrigeración para los computadores y otros dispositivos electrónicos, que cada vez requieren mayor cantidad de energía.
La disipación del calor en la electrónica y la optoelectrónica es un grave cuello de botella a la hora de mejorar el desarrollo de los sistemas en estos campos.
Los fabricantes de electrónica persiguen constantemente formas de producir chips de computador más rápidos y baratos. Ahora, unos investigadores han determinado que el ADN, el material genético de la vida, podría ayudar a conseguir este objetivo, cuando se hace que adopte unas formas concretas, siguiendo un proceso que recuerda al antiguo arte del origami o papiroflexia.