Un programa informático desarrollado por la compañía británica Google DeepMind ha conseguido vencer, por primera vez, a un campeón profesional del milenario juego de origen oriental llamado Go, una prueba de estrategia en la que los jugadores deben conquistar el mayor territorio posible posicionando unas piedras blancas y negras sobre un tablero.
Los computadores son buenos en la detección de emociones obvias como sonrisas, pero no en la detección de las muy breves microexpresiones que revelan cuándo las personas están encubriendo sus verdaderos sentimientos.