Hay ocasiones en las que el usuario necesita tener un control mucho más estricto y preciso sobre los recursos que demandan ciertos procesos. Una pequeña herramienta llamada Battle Encoder Shirase nos permite limitar el porcentaje de CPU disponible para un máximo de tres aplicaciones.
Siguiendo la estela del proyecto SETI@home, la Universidad de Berkeley desarrolló la plataforma BOINC para concentrar “ciclos de CPU” que la gente aportaba voluntariamente. La plataforma se ha expandido a Android y también podremos donar a la ciencia la potencia de cálculo de nuestros dispositivos móviles.