Los electrones son partículas elementales, indivisibles, e “irrompibles”. Pero los últimos resultados obtenidos en una intrigante línea de investigación sugieren que el estado cuántico del electrón, específicamente la función de onda de un electrón, puede ser separado en muchas partes.
Físicos están poniendo en duda los cimientos de la ciencia cuántica con una teoría radicalmente nueva basada en la existencia de universos paralelos, que interaccionarían entre sí.
Esta partícula y antipartícula es el fermión de Majorana, predicho por el físico del mismo nombre en 1937, puede ayudar a desarrollar la computación cuántica.
Unos físicos han llevado a cabo con éxito la teleportación cuántica del estado cuántico de un fotón a un cristal, que ejerció de banco de memoria, a través de 25 kilómetros de fibra óptica.