Un nuevo tipo de diamante, cargado de impurezas, se basa en una especie de eternidad que podría ser útil en la futura tecnología cuántica, tal vez incluso en una red cuántica.
Marilyn Monroe decía que “los mejores amigos de una mujer son los diamantes”. Pues ahora, al diamante natural le ha salido un interesante competidor: el diamante sintético.